… en lo
que concierne al alcohol hemos sido extraña- mente dementes.
—
Alcohólicos Anónimos, p. 38
Lo
quisiera o no, el alcoholismo requería que yo bebiera. La demencia dominaba mi
vida y era la esencia de mi enfermedad. Me robaba mi libertad de escoger
respecto a la bebida y, consiguientemente, me robaba todas las demás opciones.
Cuando bebía no podía tomar decisiones eficaces referentes a cualquier aspecto
de mi vida y ésta se convirtió en inmanejable.
Le
pido a Dios que me ayude a entender y aceptar el significado total de la
enfermedad del alcoholismo.
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