Víctor Hugo Prado
Esta
semana tuve la oportunidad de estar en la presentación de un estudio denominado
aprender parejo realizado por la Iniciativa de Educación con Equidad y Calidad
de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterey,
en el que participó además México Evalúa. El estudio, por demás interesante y
revelador de una cruda realidad de la educación pública en México, pone los
puntos en las íes enfatizando lo que deberían atender gobiernos, autoridades
educativas y sociedad en su conjunto en los próximos años, sobre todo ante la
oportunidad del cambio gubernamental.
Como
las entidades participantes lo señalan, Aprender parejo se compone de cuatro
informes centrados en cuatro pilares asociados con áreas prioritarias de
atención, entre las que se encuentran: 1) la recuperación de trayectorias
educativas y aprendizajes sólidos desde la primera infancia hasta la
universidad; 2) Mejora de la Infraestructura escolar con énfasis en los
aprendizajes; 3) Promover habilidades para la empleabilidad y responder a los
desafíos futuros; y, 4) Fortalecer la
gobernanza del sistema educativo promoviendo la corresponsabilidad social.
Ahora
presento algunos datos reveladores del estudio: “el acceso a la educación es
desigual, y aquellas niñas o niños afortunados que entran al sistema educativo
son propensos a abandonarlo antes de alcanzar niveles superiores. Esta desescolarización
se debe, entre otras razones a que, como lo revelan las evaluaciones de
aprendizajes como la prueba PISA (2022) el 50% de las y los estudiantes tiene
dificultades con la comprensión lectora, lo que significa que, saben leer, pero
no entiende lo que leen. Además, un 70% enfrente obstáculos en matemáticas, lo
que dificulta sus trayectorias escolares.
A
ello, se suma el hecho de que las infraestructuras educativas en muchas partes
del país no lograr crear entornos propicios para el aprendizaje. Sin duda habrá
muchas más razones, de carácter presupuestal, de política pública, de formación
de docentes, de coordinación nacional que obstaculizan el desarrollo de habilidades
y progreso académico de las y los alumnos.
Con
respecto a la transición educativa de nivel básico hasta superior, el estudio
nos indica que de 100 personas que ingresan a primaria, 92 llegan a secundaria,
84 a bachillerato y 39 ingresan a nivel superior. Tan solo en el nivel medio
superior o bachillerato de los 84 que ingresan solo egresan 54. Lo que nos debe
poner en estado de alerta, porque no estamos reteniendo a nuestros estudiantes
en una edad que va de los 14 a los 17 años. Lo que pone en grave riesgo su
futuro como ciudadanos. Sin duda, existen elementos para poner énfasis en el
rediseño de las políticas educativas que deben centrarse en las y los estudiantes
de México. Ahora es cuando.
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