Sin
temor hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.
El
Paso Cuatro es el esfuerzo vigoroso y cuidadoso para descubrir cuáles eran y
cuáles son nuestros defectos. Yo quiero saber exactamente cómo, cuándo y dónde
mis deseos naturales me deformaron. Quiero ver directamente la infelicidad que
esto causó a otros y a mí mismo. Al descubrir cuáles son mis deformaciones
emocionales, puedo empezar a corregirlos. Sin un esfuerzo voluntario y
perseverante para hacer esto, puede haber para mí poca sobriedad o contento.
Necesito tener un conocimiento claro y seguro de mí mismo para resolver
emociones ambivalentes. Tal conocimiento no se logra de la noche a la mañana, y
nadie tiene un conocimiento permanente de sí mismo. Cada uno tiene la capacidad
para desarrollarse y conocerse a sí mismo por medio de un sincero enfrentamiento
con la realidad. Cuando no evito los problemas sino que los enfrento
directamente, siempre tratando de resolverlos, cada vez hay menos.
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