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| Guillermo Jimenéz. (Foto cortesía: Salvador Encarnación) |
Fernando
G. Castolo*
En el
primer intentado homenaje que Guillermo Jiménez (1891-1967) le dedica a su
pueblo natal: "Zapotlán, lugar de Zapotes" (1933), el ya consolidado
literato en un breve apunte refiere lo siguiente dentro del apartado
"Amor, sangre": "... Que a Martiniano Velasco, hermano del jefe
del Partido Liberal, una noche de lluvia le abrieron el vientre de una
cuchillada, también por una mujer...".
El
apartado hace referencia a que en Zapotlán es lo más natural que una noche de
luna le partan el corazón a un hombre por una mujer. El hecho en sí se verificó
a las 8:00 de la noche del domingo 14 de agosto de 1898, según lo refiere una
nota periodística aparecida en el medio "La Unión Católica", editado
por el recordado don Juan N. González. El titulillo de la noticia es
"Horroroso Asesinato".
La
víctima es el joven laborioso y apreciable don Martiniano Velasco Álzaga a
quien, un hombre disfrazado, le provocó una mortal lesión en el costado
izquierdo de la caja toráxica. El incógnito malhechor huyó rápidamente del sitio
resultando que, gracias a las rápidas pesquisas de la policía, finalmente
lograran aprender a dos "sospechosos", sin que se sepa el paradero
del sanguinario autor.
El
hecho produjo una grande consternación en todas las clases sociales por las
muchas simpatías de que gozaba el hermano del muy respetable y distinguido
licenciado don Mauro Velasco Álzaga... Releer los textos del ilustre coterráneo
Guillermo Jiménez, nos hace redescubrir el gran amor que ofrendó a su tierra,
plasmando en su literatura, de una forma hermoseada, la crónica de algunos
sucedidos que permanecieron en su mente de niño y que, más tarde, serían
referente de inspiración para nuestro celebrado vate. Vaya, pues, con esta
breve reflexión, un humilde homenaje al ilustre zapotlense en el 133
aniversario de su feliz natalicio.
*Historiador
e investigador.
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