El Volcán/IMSS
Jalisco
enfrenta una de las mayores crisis catastróficas. Cada 24 horas al menos siete
personas son diagnosticadas con algún tipo de cáncer, sin embargo 17
pierden la vida por las complicaciones del tumor maligno, principalmente mama,
próstata y de colón. De no garantizar un paquete integral de prevención y
control, así como un tratamiento oportuno será una de las pandemias más severas
en los próximos años, advierten especialistas.
Los
factores ambientales, los hábitos de vida y el consumo de sustancias nocivas
como el tabaco es la trilogía de una fuente cancerígena que pone en riesgo la
salud de las personas y del propio sistema estatal de salud. Los tumores
malignos en territorio jalisciense son la cuarta causa de defunciones. Las
y los pacientes se enfrentan a una burocracia sistematizada en las
instituciones de salud, principal violación al derecho a la salud.
Citas,
tratamientos (quimioterapias y radioterapias o cirugías), medicina de cuidados
paliativos y de dolor son prolongadas, aunado a la falta de medicamentos y sin
recibir una atención psicológica. Vivir con cáncer o tener un familiar con
algún tumor maligno es una crisis individual y familiar con costos
altos para solventar uno de los problemas de salud pública más graves.
El
reto para el sistema de salud y sociedad es prevenir cuatro de cada diez
neoplasias malignas, detectar y diagnosticar a tiempo, recibir tratamiento
y alcanzar su curación mientras que en etapas avanzadas otorgar el tratamiento
paliativo para mejorar la calidad de vida de los pacientes. A unos meses de
concluir el actual sexenio la atención integral sigue siendo la agente
pendiente de las políticas públicas de salud.
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