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jueves, 2 de noviembre de 2023

Venganza de la 4T

 



Rafael Martínez Rodríguez


El poder judicial ha sido el “peor enemigo” de la 4T, poniendo orden constitucional a las decisiones y ocurrencias del Presidente de la República, desde la declaración de inconstitucional la anexión de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa, hasta anular la Reforma Electoral que pretendía quitar autonomía al INE, todo lo anterior con apego a la constitución.




La llamada cuarta transformación al muy estilo vengativo que la ha caracterizado, termino esta semana por desaparecer derechos laborales de los trabajadores del poder judicial federal, guardados en los fideicomisos que se tenían presupuestados.


En el equilibrio de poderes la balanza esta desequilibrada, pues es notorio que la cámara de diputados y senadores bailan al son que les toque el mismo Presidente de la República, encontrando únicamente resistencia en el poder judicial, mismo poder que ha guardado decoro al proteger la carta magna de las locuras presidenciales.





Al Presidente se le olvida que es un representante del pueblo, pero su mareo de poder lo hacen creerse emperador, un emperador que puede hacer y deshacer leyes, que puede cambiar todo el rumbo político y económico del país de la noche a la mañana sin medir consecuencias; el poder judicial lo acorrala en el marco de la ley y es ese marco que Él Presidente considera que ofensivo y estorboso, pues cada decisión equivocada la tiene que enmendar el poder judicial atreves de declaratorias de inconstitucionalidad, generando enojo en el representante de la 4T, que desde el poder Legislativo construyo una venganza en contra de los trabajadores del poder judicial, provocando enojo, división y polarización, misma estilo de siempre de la 4T.


Al inicio de la administración de la 4T, con acoso de la unidad de inteligencia financiera provoco la renuncia histórica de un ministro de la suprema corte de justicia de la nación, realizando una investigación apócrifa, rompiendo la presunción de inocencia y cuartando el derecho de defensa de un ministro, por lo que provoca la salida de Medina Mora; sintiéndose victorioso el Propio Presidente de la República, le toca proponer un nuevo ministro y creyendo falazmente que podría manipular al poder judicial desde su interior, se encontró con unidad y fuerza dentro de ese poder, no pudiendo minar ni hacer sus caprichos como lo hacer con el poder legislativo.





Se acaba la administración de López Obrador y al no poder generar manipulación a sus intereses desde el poder judicial, decide quitarles más de $15 mil millones de pesos, para enviarlos a su clientelismo electoral disfrazado de programas sociales, por lo que el próximo año los derechos de los trabajadores al servicio de la justicia del país se verán afectados, así como la impartición de justicia, pero eso no importa mucho para el presidente pues la fiscalía de la república no ha servido más que para perseguir a los opositores de la 4T, por lo que tener un poder judicial deficiente no afecta a los intereses del Presidente.


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