Fernando G. Castolo
Era propietario de un gran almacén de novedades. La pequeña Carolina falleció y los adoloridos padres la sepultan muy cerca del ingreso principal de ese espacio. Su madre quiso que la tumba estuviese rodeada de una gran diversidad de plantas de ornato, por lo que la rodea de un hermoso jardín. Para regarlo, los mozos contratados recurrían hasta el hidrante localizado en el Testerazo y, desde allá, se trasladaban con varias cubetas con agua.
Viendo esta necesidad, don José Nieves acude a la autoridad municipal y ofrece construir una pila para que, quienes así lo deseen, dispongan de agua. El Ayuntamiento autoriza la construcción de esta pila el 5 de noviembre de 1922. Poco tiempo después, la familia Velasco Briseño se va a radicar a la Ciudad de México.
La pila Carolina hoy en día es un elemento icónico de nuestro Panteón "Hidalgo", en torno a la cual se han redactado leyendas que entusiasman la imaginación en torno a la pequeña niña llamada Carolina.
*Historiador e investigador.
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