El Volcán
Se conmemoró
el Día Mundial de las Aves Migratorias, el lema de este año es
“Agua: sustentando la vida de las aves”, ya que dependen de los
ecosistemas acuáticos que son lugares de descanso, alimento y
anidamiento durante sus largos viajes. Esta efeméride se conmemora
dos veces al año por el ciclo migratorio de las aves.
La
Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet)
apoya acciones para la conservación de los ecosistemas acuáticos y
de especies prioritarias.
En el marco de una iniciativa de
cooperación entre Eco Kaban, Pronatura Noroeste, Tequila Cuadra y la
Junta Intermunicipal de Medio Ambiente Lagunas (JIMAL), se instaló
una estación de monitoreo Motus, una red de investigación
colaborativa internacional que utiliza telemetría de radio
automatizada cooperativa para rastrear simultáneamente a cientos de
individuos de numerosas especies de aves, murciélagos e insectos; en
Jalisco se busca dar seguimiento a la colonia reproductiva de chorlo
nevado (Charadrius nivosus) que habita en la Laguna de Atotonilco.
Esta estación es la primera en Jalisco y la primera en México
en el interior del continente, y forma parte de una red de
cooperación internacional que permite a una comunidad de personas
investigadoras, educadoras, organizaciones y ciudadanía a emprender
proyectos de investigación y educación ambiental sobre la ecología
y la conservación de los animales migratorios. Recientemente se
registró la presencia de un individuo de falaropo pico largo
(Phalaropus tricolor) en el sitio.
Gracias a la red de
monitoreo, se sabe que del 17 de agosto al 10 de septiembre, esta ave
viajó desde el sur de Oregón a Palo Verde, California, donde
descansó por 26 minutos para posteriormente trasladarse a Bahía de
Lobos, Sonora, descansando 27 minutos y de ahí, se trasladó a la
Laguna de Atotonilco en Villa Corona, Jalisco, llegó el 11 de
septiembre y permaneció 13 minutos en el lugar. Esto nos da una
idea de las grandes distancias que recorren las aves migratorias
(aproximadamente 3,000 km en línea recta, en este caso), así como
de la conectividad e importancia de los sitios de descanso y
alimentación durante la migración. El estudio, protección y
monitoreo de estas especies, permite generar información y políticas
de conservación en conjunto con personas investigadoras e
instituciones.
Durante sus largas travesías, las aves
migratorias deben lidiar con factores como el agotamiento físico, la
exposición a condiciones climáticas adversas, depredadores y
modificaciones de hábitats, así como la constante búsqueda de
alimento para mantener sus niveles de energía. Por lo que los
humedales, los bosques, y otros ecosistemas que brindan refugio y
comida, desempeñan un papel fundamental en el éxito reproductivo y
en el mantenimiento de poblaciones de fauna migratoria. La
conservación de estos hábitats no solo beneficia a las aves
migratorias, también contribuye a mantener la salud y el equilibrio
de los ecosistemas en su conjunto.
La importancia de las rutas
migratorias se extiende a los seres humanos, el avistamiento de aves
es una actividad cada vez más apreciada, que contribuye al turismo
local de las comunidades. Los sitios de descanso y alimentación en
la ruta de las aves migratorias son esenciales para su supervivencia,
la biodiversidad regional y global, y el bienestar humano.
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