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jueves, 26 de octubre de 2023

Después del dolor, cómo llego a la paz


 

(Segunda parte)

Dra. Sandra Gómez



Estimado lector, retomando el cómo llego a la paz, ahora les explico cómo me hablo a mí misma, así es como trataría a uno de mis pacientes, observo y digo: El estado de ánimo y el ambiente son el caldo de cultivo cuando se recibe una noticia de tan alto impacto (schok). Es decir, habría que conocer lo que se está viviendo en casa, alrededor y las emociones que giran en torno a la persona quien recibe la noticia. Analizo junto con mi paciente hasta que encontremos razones de peso para actuar tomando conciencia de la raíz del dolor. No es sólo el mensaje (lo que se dice) sino cómo se dice sumado al apego del doliente con el difunto.




En mi caso, desde su ausencia de horas, mi mente empezó a hacer preguntas. Las creencias de que “las malas noticias llegan pronto” me hizo esperar, ante la impotencia de dejar a mi madre (85a.) a la vez de no poder sacarla de casa me llevo a pedir ayuda a mi hermano Miguel, él con sus buenas intenciones me dijo “ya sabes cómo es Rubén, luego aparece”; aun así, el miércoles fue a la casa de su hermano y este solo dijo: “no lo he visto”. Por la noche salí a buscarlo en mi auto, y no encontré su pickup. Días sin descansar nos cobraron factura a mi madre y a mí. Mi madre con Alzheimer, tienen suficiente conciencia de la perdida, aun sin hablar ella también lo sintió. Al ser Rubén su cuidador, ella también lo expreso en su cuerpo, el martes se desvaneció (ya no coopero para mantenerse en pie) y tuve que pedir ayuda de mi vecino Francisco para levantarla del piso. Toda la semana yo estuve con flujo en la nariz y dolor de cabeza, creyendo que tenía algún virus unido a una lesión (uña con dos granulomas) en el dedo pulgar del pie izquierdo,
[agrego esta información porque en otra ocasión hablaremos del tema]. Anteriormente les decía que es importante el contexto en el que se recibe la noticia, y también conocer la dinámica de el y/o los dolientes y el difunto. Los dos hijos que viven conmigo, habían estado toda la semana trabajando fuera de la ciudad y regresando muy noche, así que mi madre y yo estuvimos solas y enfermas.


Un poco de contexto, Rubén había estado con un virus no identificado del que creí haberme contagiado, quise pensar en gripa, pero la verdad no lo sé, lo traté con desenfriol y pensé que él había empeorado y se había internado en el Hospital (conducta que había realizado con anterioridad); Ser médico le permitió auto diagnosticarse y llegar a tiempo al hospital en más de una ocasión, así que “perderse” podría ser parte de sus rutinas de autorregulación. Recordando a los estoicos que él recitaba me dije: contrólate, respira profundo…





“Dos elementos deben ser eliminados de una vez por todas: el miedo al sufrimiento futuro y el recuerdo de sufrimientos pasados. El segundo ya no me afecta y el primero todavía no me afecta” SÉNECA.


Siempre aconsejo a mis pacientes, no sufrir antes de tiempo, sufrimos más en la imaginación que en la realidad. Mucho de lo que pensamos que va a pasar nunca sucede. Debemos aprender a dejar ir: “Recibe sin orgullo, despréndete sin apego” MARCO AURELIO.


El comentario de Miguel mi hermano es debido a esas conductas y a que quienes convivíamos con el sabíamos que una conducta de “no contacto” para él era adecuada. Un par de días antes había muerto de un infarto una persona muy significativa para la familia en general y para Rubén en lo particular, “Chava” a los 61 años, con quien habíamos quedado de visitar en Tamazula Jalisco. El fallecimiento le vino a dar una lección de vida y a cambiar su paradigma de la familia, los valores de amor y respeto entre padres e hijos. Esta profunda conversación fue la última que sostuvimos en casa al lado de mi madre en su cama de hospital.


¿Rubén me dejo? NO. para quienes somos creyentes, sabemos que nuestros muertos nos siguen acompañando desde un plano diferente al nuestro. Ahora debo reaprender a amarlo, debo aprender a vivir a su lado en dimensiones distintas.
“No hay cosa más fuerte que el verdadero amor” SÉNECA. De aquí que la perdida sea tan traumática.


En programación neurolingüística (PNL) coincidimos con los estoicos.
“Nunca digas respecto a nada: Lo he perdido, piensa: Lo he devuelto” EPICTETO. Hay que reprogramarnos (PNL), lo que pensamos es importante para alcanzar la paz interna. La reflexión es el camino corto para alcanzar la tranquilidad.





¡ALTO! El ejercicio más importante es: practicar conscientemente la pausa, es decir tomate tu tiempo antes de contestar a alguien, sea por mensaje o verbalmente. La pausa nos da “poder”, te ayuda a reducir la sensación de víctima, no permitas que tu mente te controle y mucho menos lo permitas del mundo externo, las acciones de otros no deben perturbarte. Antes de asumir malas intenciones de otros, piensa que cada quien tiene su propia “nube negra” sobre su conciencia y actúa basado en sus creencias, es decir no conoces sus motivos internos para su comportamiento, ¿para qué te dueles de lo que expresa?, ignórales. Hazte responsable de tus acciones, acepta tus errores, “no tomes nada de manera personalSÉNECA.


Es muy sencillo mantener los fallos de los demás frente a nuestros ojos y no voltear a ver los propios. “el hombre sabio se preocupa por la intención de sus acciones, no por sus resultados. Nuestra acción inicial está bajo nuestro control, pero la fortuna determina su final” SÉNECA.


La paz llega cuando eres capaz de CENTRARTE EN LO QUE DEPENDE DE TI. Centra tus esfuerzos en tus respuestas a lo que ocurre, haz una PAUSA, evita ser una persona impulsiva. La paz está dentro de ti, en el equilibrio de tus emociones y acciones. Amar es querer el bien de la otra persona, no el mío…mi bien hubiera sido que se quedara. Tengamos presente que las pérdidas son una asignatura de la escuela de la vida, el duelo es toda una experiencia. Hay que vivir la muerte con conciencia y reflexionar ¿Quién nos lleva a Ser?, ¿Cuál es el mensaje que nos deja su partida?





Existe algo a lo que los filósofos y psicólogos llaman
dicotomía del control. En la vida hay que categorizar, como primer punto dividir los hechos, las cosas y distinguir entre aquellas circunstancias externas que salen de nuestro control y las decisiones que tomamos frente al resultado que observamos. En el caso particular de la muerte, es un hecho que no podemos revertir, solo podemos trabajar con el dolor y enfrentar el sufrimiento con valentía y permitir que cicatrice de la mejor manera posible, atendiéndonos con los especialistas (tanatólogos), asistiendo a grupos de apoyo, leyendo, compartiendo y sobre todo recibiendo abrazos; el contacto físico es muy importante en el proceso del duelo.


Respeta al doliente, sino tienes nada que decir, limítate a dar un abrazo sincero. Hay personas quienes no pueden manejar el dolor del otro, no saben cómo hablar…no lo tomes personal.


En mi caso, a Rubén lo recibí prestado como mi amado esposo y el
20 de agosto 2023 lo devolví al Universo; en vida fue un Ser de Luz, el ángel de mi madre (médico y enfermero), mi mentor, maestro, compañero de vida, compañero sexual y gran conversador que me dejo llena de dudas, gran filósofo; para los demás, ejerció como médico, enfermero, y más (sabia de todo y hacía de todo), gran vocación de servicio, pero su Rol más importante fue como padre, siempre orgulloso de sus hijos José Miguel y Juan Manuel.


Me faltaron horas, días y años para seguir amándole, pero tengo la certeza de que ahora sí descansa QEPD, al lado de su hermano gemelo René (abril 2023), de sus padres, y muchas personas más a quien el cuido y despidió.


Después del dolor, ¡sí hay
PAZ!, cuando reflexionas sobre la vida y obra de tu SER AMADO, y vez cuanta semilla sembró, con sus servicios, con sus conversaciones, con sus sonrisas, con su amor al prójimo, te das cuenta de que vivió respetando sus valores, principios, creencias… rompió paradigmas, vino a aprender y enseñar, se hizo a sí mismo, nos dejó muchas lecciones. Su fragilidad humana le hizo cometer errores, ¿se equivocó?, ¡claro que sí! El hecho de que hable de lo aceptable de la vida de Rubén, me sirve para recordar “lo bueno” de su persona, cerrar el capítulo de su paso terrenal. Más de 40 años de amor mutuo, muchos recuerdos se tejen en tanto tiempo, excelentes, buenos, malos, felices y tristes, momentos compartidos y aun así el dolor es muy grande, y el duelo sigue su propio ritmo.




“No podemos elegir gran parte de lo que nos sucederá en la vida, pero somos absolutamente libres, todos y cada uno de nosotros, de elegir la ACTITUD con la que lo afrontamos” (Rojas;2018)
He aprendido que mi dolor es parte del proceso para cerrar el espacio terrenal compartido. Practico la técnica de respiración 4/7/8, y además me ocupo de sacar sus pertenencias, de dejar únicamente aquellos pocos objetos con alto valor, algunas fotografías y videos. Limpiar el espacio desde fuera, sirve para limpiar adentro (mi mente). Debo seguir viviendo, siendo productiva para la sociedad y cuidar de mi persona. “Solo existe un antídoto al sufrimiento, al dolor y a la enfermedad: El amor” (Rojas;2018). Tengo la certeza de que él me ama y quiere verme sana, proactiva y feliz.


“La realidad es que muchas personas se están perdiendo lo mejor de la vida: El AMOR con mayúsculas” “El amor requiere no solo de pasión y emociones intensas, también de sensación de estabilidad y de paz” (Rojas; 2018). Nuestro amor ya había alcanzado ese nivel, la plenitud y justo en el punto más alto me soltó (por eso duele tanto). “Necesitamos la vida entera para aprender a vivir, y también, cosa sorprendente, para aprender a morir” SÉNECA.


El cambio siempre es posible, soy dueña de mi edad (57a), pongo en práctica mis habilidades, vivo a mi manera, abrazo el presente; aun con su ausencia, sigo siendo una señora y una profesionista. Ambos nos ofrecimos la oportunidad de ser las personas que deseamos Ser, nos costó tiempo y esfuerzo trabajar con una mezcla de alegrías y tristezas, luz y sombras todo precedido por el amor. Yo le acepté con sus rasgos autistas y sin juzgarle entendí que ser diferente es sólo eso, SER DIFERENTE.





En conclusión. Sigo aprendiendo, recomiendo hacer una pausa, aplicarla como estrategia antes de hablar, no te precipites al dar respuestas impulsivas. Devuelve con amor al Universo a tu Ser Amado. Da gracias por el tiempo que estuvo a tu lado, sea corto o largo no importa, agradece. Hazte responsable de tus emociones, trabájalas y elige la forma de tu cicatriz. Céntrate en lo que depende de ti.


“No olvidemos que las dos cosas que realmente llenan al ser humano por completo son el AMOR- de pareja, de amigos…- y la satisfacción profesional” (Rojas;2018)


“Encontramos el sentido en la vida cuando somos capaces de transformar el sufrimiento en crecimiento interior”, “disfrutar la vida exige ser capaces de relativizar lo negativo y saber disfrutar de las cosas pequeñas” (Rojas;2018)


Gracias a la vida que me ha dado tanto…
Hasta la próxima historia de vida; si te ha servido mi testimonio comenta y comparte. Con cariño Sandra Gómez.
mde966@gmail.com




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