Salvador Encarnación
Recordar a don Federico Munguía Cárdenas se puede hacer desde el periodismo o como historiador; ambos trabajos desde el punto de vista regional: el sur de Jalisco.
Su libro más conocido es La Provincia de Ávalos. Este trabajo ganó el primer lugar en los Juegos Florales de Guadalajara en 1971. El día de la premiación fue el 14 de septiembre en el Teatro Degollado.
Entrevisté a don Federico Munguía en el año de 2006. La conversación se publicó en el Suplemento Cultural de El Informador el 6 de marzo de ese año. Al preguntarle, entre otros temas, sobre esos Juegos Florales, contestó: “El ensayo se llamaba “Datos históricos de Sayula. Antigua capital de Ávalos.” Un título larguísimo que a la hora de la hora no son funcionales. El jurado fue Don Antonio Pompa y Pompa, él era el presidente de la Academia de Historia en México. Otro fue el Lic. Razo Zaragoza, que nunca había leído mi trabajo y otros. Después le pregunté al licenciado:
—¿Sabía que era mío?
—Miré —me contestó—. Cuando lo leí, vi que era de usted porque en el ensayo dice: “Mi padre Federico Munguía López fue...” Entonces deduje que era de usted.
Después de la premiación en el teatro Degollado —continúa hablando Federico Munguía Cárdenas—, llegaron los del Ayuntamiento y los de la Universidad de Guadalajara diciéndome que se interesaban en publicar la obra. A la hora de la hora nunca se aparecieron. Lo guardé como cinco o seis años hasta que me hablaron por teléfono un 25 de diciembre. Contesté y era Eva Pérez viuda de De la Fuente, la hermana de Juan.
—Oye, te quiero preguntar una cosa. ¿Conoces a Juan mi hermano?
—Pues quién no lo conoce.
—No, no. ¿Has platicado con él?
—No... No he tenido el gusto.
—Te quiere hablar.
—(¡A caramba! Pues échamelo. Pensé.) ...
—Oiga maestro —me dijo—. Yo sé que está escribiendo un libro sobre la Provincia de Ávalos. Ese libro es muy importante porque de aquel rumbo hay un vacío. No hay datos históricos de dónde tomar. Yo le quiero preguntar a usted si ya lo va a editar.
—Mire —le contesté—. El libro es gruesecito. Lo tengo hecho desde hace cinco o seis años pero hasta la fecha nadie se ha interesado en editarlo. Lo tengo guardado.
—Le interesaría que se editara.
—Pero cómo no...
—Mire. El Departamento de Bellas Artes está haciendo labor editorial. Si usted gusta que nos veamos… Si puede venir a Guadalajara, podemos hablar con el licenciado Juan Francisco González para ver si ellos pueden editarlo.
Al poco rato me habló Eva y me dijo que la reunión iba ser el lunes en el café Mayorga, a las cinco. Este café estaba donde ahora está el Banco Refaccionario de Jalisco, por la calle López Cotilla, casi en la esquina. Mi hijo Federico y yo llegamos media hora antes. Dieron las cinco, las cinco y media y yo me desesperé. Rulfo no llegó. Me dio coraje. Le dije a mi hijo: Vámonos... Estos consagrados... Me vine a Sayula molesto. Al llegar a casa estaba Eva apenadísima. “Oye Federico —me dijo—. Fíjate que yo me equivoqué. La reunión era en el café Madoka y yo te dije en el Mayorga. ¿Puedes asistir mañana?” Sí cómo no, le contesté. Y ahí vamos de vuelta.
(…)
Juan Rulfo se portó muy gente conmigo. Me preguntó por el título, dijo:
—Ese título es muy largo. Usted necesita ponerle un título corto. Ese título no vende. Póngale La Provincia de Ávalos.
—No. —le contesté—. El libro es la historia de Sayula. La Provincia de Ávalos es un capítulo de La Colonia dentro del libro.
—Usted póngale La Provincia de Ávalos —insistió Rulfo—. La Provincia tuvo mucha tradición en la Nueva España. Póngale La Provincia de Ávalos.
No me convenció. Juan Francisco, el editor, oyó la plática. Cuando sacó el libro —que por cierto me dio coraje, pero luego caí que tenía razón— en la portada le puso La Provincia de Ávalos y adentro, en la hoja le puso el título que yo tenía. Trató de quedar bien con Dios y con el diablo”. En la contraportada se lee: Panorama histórico de Sayula. Capital de la antigua Provincia de Ávalos. (Una observación. En la entrevista don Federico sostiene que el nombre original del libro es: “Datos históricos de Sayula. Antigua capital de Ávalos”. Quizá una confusión por el tiempo transcurrido.)
En el año de 2008, don Federico me regaló la primera edición de La Provincia de Ávalos. Le pedí una dedicatoria. Aceptó. Le hice una segunda petición:
—Don Federico, anótele por favor que este es el título original. Él tomó la pluma y simplemente escribió bajo el título de la contraportada: “Titulo original”.
El libro lleva ya cinco ediciones. La última corrió por cuenta de la familia. Es un libro que debe de estar en todas las bibliotecas particulares del sur de Jalisco.
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