La Sesión Académica de ingreso a la Benemérita Sociedad fue conducida por su Presidente el Lic. Samuel Gómez Cortés Luna. Lo acompañan, el Coordinador del Capítulo Sur, Arq. José Fernando G. Castolo (tercero de izquierda a derecha) y cronista de Zapotlán el Grande. El Profr. José de Jesús Guzmán Mora, Secretario del Capítulo Sur (primero izquierda a derecha) y Milton Iván Peralta Patiño (primero de derecha a izquierda). Foto: Salvador Encarnación
Salvador Encarnación
"José Gómez Ugarte, poeta y abate en el olvido" fue el tema de ingreso a la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco, en su Capítulo sur, que presentó como ingreso a esa Institución Milton Iván Peralta Patiño, el sábado 26 de agosto del presente año, en las instalaciones del Centro Cultural "José Clemente Orozco" de Ciudad Guzmán.
Puntal como acostumbra la Benemérita Sociedad, a las doce del mediodía sonó la tradicional campanita de apertura a la Sesión Académica.
Destacó el trabajo de ingreso, la precocidad del Abate en el periodismo. Apenas contaba con los catorce años cuando fundó y redactó el periódico El Coloso de Rodas en donde publicó editoriales y sus primeros poemas, trabajos que después se arrepentiría como se lo afirmó en carta a su hija Rosamaría; se destacó en la Sesión Académica.
"En Zapotlán, durante algunos años existió un reconocimiento a los periodistas con el nombre de Ugarte [José Gómez], pero irónicamente, fue una medalla que nunca se entregó y que con el tiempo desapareció ese reconocimiento". Sostuvo Peralta en el apartado de la "Gran Deuda" que tiene la ciudad con el Abate Benigno. Foto: Salvador Encarnación
Gómez Ugarte fue director la imprenta del Gobierno de Jalisco en tanto mantenía correspondencia con el Padre Agustín Rivera a quien consideraría su mentor, sostuvo Peralta Patiño y agregó: "En esa misma época, 1894, a los veinte años de edad, fundó su segundo periódico, llamado El Amigo del Obrero".
A principios de siglo, el Abate publicó en El Mundo y El Mundo Ilustrado. Para los años de la Revolución ya publicaba en El Imparcial, en los tiempos de Madero y del traidor Huerta. Después el periódico fue cerrado y José Gómez Ugarte quedó sin trabajo.
Entre los libros publicados por Gómez Ugarte y que fueron citados, destacan: Caprichos de mi musa, 1896; El Pan nuestro de cada día, 1920; Cuentas de mi rosario, 1922; Predicando en el desierto, 1924, con prólogo de Genaro Fernández MacGregor y para otro libro, Estampas de México, lo prologó Jacobo Dalevuelta.
"El Viejito" fue el apodo que le asignaron sus compañeros periodistas al Abate Benigno. En su Cincuentenario de labor periodística, 1938, le rindieron sendos homenajes en la Ciudad de México. En esos festejos, declaró que "la profesión de periodista nunca le había cansado ni amargado, que seguía enamorado de su oficio, que, estaba satisfecho”.
Ya para finalizar su lectura, Peralta Patiño destacó que varias calles llevan el nombre de este zapotlense en el olvido: en la Ciudad de México, Guadalajara y en Ciudad Guzmán. Y finalizó: José Gómez Ugarte, murió en la Ciudad de México el 24 de marzo de 1943, a los 69 años de edad. El Universal sostuvo sobre su trabajo: "…una de las más brillantes figuras del periodismo mexicano".
Contestó el trabajo de ingreso, el Coordinador del Capítulo Sur, Arq. José Fernando G. Castolo. Luego, el Presidente de la Institución le impuso la venera que lo acredita como miembro con todos sus derechos más el Pergamino correspondiente.
A esta Benemérita Institución han pertenecido Esteban Cibrián, Ramón Villalobos Castillo Tijelino, Ernesto Neaves Uribe y Eduardo Etchart Mendoza, por citar algunos de sus miembros que han vivido en Ciudad Guzmán.
Estuvieron presentes en la Sesión Académica, el Gral. Clever Alfonso Chávez Marín, el Diputado Mtro. Higinio Del Toro Pérez, el Mtro. Eduardo Ramírez Ruelas, cronista de Atoyac y el Profr. Adrián Gil Pérez, cronista de Tamazula de Gordiano, además de familiares y amigos de Peralta Patiño.
Como ordena la tradición zapotlense, al término de la sesión se ofreció un brindis con poche de granada. Después los invitados se trasladaron a una terraza ubicada en la calle Constitución en donde se ofreció una suculenta birria con sopa de arroz y de postre, pastel y gelatina; todo amenizado con tequila, brandy, y agua fresca.
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