Víctor Hugo Prado
Hace un
mes en el programa “Astillero informa”, cuatro analistas afirmaban que “pelearse
con la puerta de Palacio Nacional no da credenciales”, refiriéndose al día en
que Xóchitl Gálvez decidió ir a tocar la puerta de Palacio para ejercer derecho
de réplica durante la transmisión de la conferencia mañanera, otorgado por un Juzgado
de Distrito de la Ciudad de México. Puertas
que no se abrieron pero que derivaron en una contundente campaña mediática a
favor de Xóchitl, que la ha catapultado a como la favorita para encabezar un
proyecto para buscar la presidencia en las elecciones del próximo año.
El
factor puerta cerrada visibilizó a Xochitl en la contienda electoral anticipada,
pero no es el único, lo han sido su forma de abordar los temas de la política,
la frescura y fluidez del discurso, con ello un humor fino; la inteligencia con
la que actúa y responde, el modo de andar por la calle, cuando se puede, en bicicleta;
es haber recorrido el país, conocer sus problemas y generar políticas públicas
a favor de los indígenas. Ha sido la
defensa auténtica de las causas de las mujeres, de la llegada de éstas, por si
mismas, a foros de participación política como la Cámara de Diputados o el
Senado de la República y otros espacios de la vida pública. Le han favorecido
su independencia política, aun del PAN, en su horizonte está que los partidos
son instrumentos y no el fin para promover el bien social en todos sus
órdenes.
Detrás
de ella, aunque lo quieran negar con las descalificaciones de los bots de las
redes sociales, hay una verdadera cultura del esfuerzo, fortaleza moral,
valores inquebrantables como la honestidad, la valentía y la justicia que le
dan un plus distinto a lo que hemos visto en la política tradicional.
El
menosprecio y detracción que desde Palacio intentan propinarle ha sido un craso
error para la 4T. La historia de vida, vendedora de gelatinas de niña, de tamales,
vestirse con huipil, ingeniera, empresaria, servidora pública, su posición
frente al machismo, la visión sobre las energías renovables y el entendimiento
de la política de manera diferente, entre los que se incluye no doblarse, ha
generado un aire de esperanza para quienes se han opuesto al gobierno y las
políticas del Obradorato. Hasta ahora, no se puede dudar que se ha convertido
en un verdadero fenómeno mediático relevante para ganar la elección más grande
de la historia del país, pero nunca el único. Pelearse con la puerta de Palacio Nacional no
da credenciales, es cierto. Las da intentar abrir las puertas cerradas para
ejercer un derecho de réplica.
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