Víctor Hugo Prado
La semana pasada fue publicada en Youtube una
videocolumna de Héctor de Mauleón, que llamó la
Cacería de Xochitl Gálvez. Afirma, “el que pedía
silencio a la chachalaca de 2006, se ha convertido
en la chachalaca iracunda que vocifera diariamente
desde el micrófono de 2023. La victima de las
intromisiones de Vicente Fox en las elecciones de
otro tiempo, se ha convertido en el más activo
victimario de una mujer que aspira a contender por
la presidencia de la república”. Su opinión no tiene
desperdicio.
Uno no debe quedarse callado ante la
descalificación, la exhibición, la lapidación, el
menosprecio y la agresión que todos los días se
han venido haciendo primero con nombre y
apellido, luego con su inicial llamándola señora X,
ahora haciendo referencia sin nombre a acciones
deformadas desde la mañanera. Una intromisión
ilegal, perversa y pendenciera que tiene por
objetivo descarrilar a quien de manera legítima,
legal y necesaria, busca la Presidencia de la
República, en un régimen hasta ahora democrático,
donde la competencia debe verse como una virtud
y no un defecto.
Quien hace la intromisión desde su púlpito
sagrado, no es cualquier ciudadano, no es una
persona común. Es el Presidente de la República,
es el hombre más poderoso en el ámbito público,
en el medio político, no solamente por sus
condiciones legales formales, sino por el propio
carisma que encarna su persona. Es quien, con la
investidura de jefe de Estado y con la lamentable
función de coordinador de campaña busca generar
una condición ventajosa a sus precandidatos que él
llamó peyorativamente “corcholatas”.
Hacer mofa del pasado de alguien, que si vendía o
no gelatinas y tamales, que si es o no indígena,
hacer mofa de su condición de empresaria, de su
condición de mujer, de sus logros económicos,
éstos últimos para el presidente, solo
comprensibles bajo el amparo de las corruptelas y
del tráfico de influencias. Con esa postura ve la
paja en el ojo ajeno, pero no ve la viga en el propio.
El delito más grave cometido por el Jefe de Estado
fue la exhibición de información fiscal de las
empresas de Xóchitl Gálvez, de sus facturaciones,
de sus socios, de su familia. Información que debe
mantenerse por Ley en reserva. Que fueron
exhibidos para hacer creer que con ello revelaban
actos de corrupción, que no es así. Este delito
suma a otros como el ejercicio indebido del
servicio público, violencia política de género,
violación a los principios de legalidad,
imparcialidad, certeza que deben caracterizar a una
contienda. En apenas el arranque, no podemos
permitir que la intromisión con el poder, los
recursos y la fuerza del Estado sea quien determine
la elección en 2024 que debe corresponder, sí y
solo sí a los ciudadanos libres.
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