El
Volcán
Durante
el mes de julio conmemoramos en México la Fiesta del Bosque, para concientizar
a las personas acerca de la importancia de los árboles en nuestras vidas, ya que
intervienen en los ámbitos ecológico, social y económico.
En nuestro país existen
distintos esquemas de conservación y protección de los ecosistemas forestales,
denominados Áreas Naturales Protegidas (ANP), sitios Ramsar y Áreas Destinadas
Voluntariamente a la Conservación (ADVC), todos estos modelos se establecen en
sitios con importancia biológica y proporcionan servicios ambientales como la
provisión de madera, el disfrute del paisaje y contribuyen al bienestar humano.
Adicionalmente a estos
modelos de conservación, existen predios particulares en donde se realizan
actividades de aprovechamiento forestal que de manera adecuada también
benefician en la conservación y la protección de flora y fauna, al implementar
buenas prácticas de manejo, generando beneficios económicos, sociales y
ambientales.
En el Estado de Jalisco
se cuenta con una superficie de un millón 464 mil 988.39 hectáreas bajo algún
esquema de conservación. Las zonas sujetas a conservación en el Estado
pertenecen a ejidos, propietarios privados y comunidades que hacen un uso
sustentable de los ecosistemas obteniendo beneficios como agua, hongos, madera
y forraje para el ganado, sin embargo pueden llegar a tener afectaciones
directas si las áreas fueron afectadas por distintas acciones como incendios
forestales o cambios de uso de suelo.
Es así como el Gobierno
de Jalisco impulsa la recuperación de los bosques y la producción sustentable
para frenar el cambio climático y la deforestación; la Secretaría de Medio
Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), a través del Fideicomiso para la
Administración del Programa de Desarrollo Forestal del Estado de Jalisco
(Fiprodefo), como parte del programa Jalisco con Bosques, coordina acciones con
personas productoras, dueñas y poseedoras de terrenos forestales.
Entre las acciones
realizadas, se encuentran las reforestaciones, para las que se realizaron
durante el periodo del 2019 y 2022, se destinaron 239 mil plantas y 18 mil
bombas de semillas para reforestar un total de 512 hectáreas de Áreas Naturales
Protegidas del estado, el Parque Nacional Volcán Nevado de Colima, el Área de
Protección de Flora y Fauna Sierra de Quila, el Área de Protección de Flora y
Fauna Bosque La Primavera, el Área Estatal de Protección Hidrológica Cerro
Viejo Chupinaya los Sabinos, el Área Estatal de Protección Hidrológica Sierra
Cóndiro Canales y Cerro San Miguel Chiquihuitillo, la Formación Natural de
Interés Estatal Barrancas de los Ríos Santiago y Verde y el Área Estatal de
Protección Hidrológica Sierra del Águila, además de la cuenca de la Laguna de
Zapotlán, este último considerado Sitio Ramsar.
En los últimos dos años
se ha logrado reforestar 1,012.02 ha en zonas prioritarias con la coordinación
de Ayuntamientos, Ejidos y Pequeños propietarios.
El Gobierno del estado ha
promovido otros esquemas de gestión, manejo y conservación del territorio como
el Paisaje Biocultural que busca un desarrollo económico basado en la
protección y valorización del patrimonio natural y cultural, es un territorio
que comparte un paisaje e identidad propia y se maneja bajo una visión
compartida.
En
Jalisco se implementa en la Sierra Occidental de la entidad, y abarca más de
300 mil hectáreas, este esquema de conservación se reconoció en la Ley Estatal
del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LEEEPA) en abril del
2020, por lo que en enero de 2023 se logró certificar el primer paisaje
biocultural de México, documento entregado a los municipios que lo integran
Atenguillo, Mascota, Talpa de Allende y San Sebastián del Oeste.
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