Fernando
G. Castolo*
Hablar
de una mujer notable en la comunidad será siempre un reto porque corremos el
riesgo de quedarnos cortos para destacar las cualidades que le han otorgado esa
ejemplar dimensión.
El
caso de doña Julia Margarita Verduzco Lara es portentoso desde cualquier ángulo
que se observe, dado que supo hacer destacar la labor gubernamental de los dos
períodos administrativos en que su esposo fue Presidente Municipal de Ciudad
Guzmán, el también notable notario don León Elizondo Díaz, quedando bajo su
responsabilidad, en la primera ocasión, el impulso en la comunidad de un
proyecto nacional recién creado: el Instituto Mexicano de Protección a la
Infancia, por sus siglas IMPI; y, en la segunda ocasión, consolidando esos
iniciales esfuerzos en favor de la niñez desvalida y la vulnerable sociedad en
general, a través del Voluntariado del Sistema DIF Municipal.
Entre las primeras acciones que se
realizaron en la inicial gestión de doña Julia Verduzco, en el año de 1965, fue
la prohibición de los menores de edad en lugares inadecuados como los billares,
las cantinas y los centros de vicio en que era frecuente verlos. Después,
vendrían otras muchas acciones, visitas, gestiones, proyectos, entrevistas,
tanto con la iniciativa privada como con instancias gubernamentales, a fin de
orientar y consolidar las cotidianas tareas encauzadas a la protección y
auxilio de las familias más necesitadas, dejando un precedente a las futuras
primeras damas encargadas del Voluntariado.
Voluntariado,
sí, porque todo se realizaba con voluntad y sin derogar un sueldo;
convirtiéndose la instancia, desde entonces, en el rostro humano del ejercicio
gubernamental.
En los informes redactados en el
segundo ejercicio iniciado en 1989, se da cuenta de que el Sistema, que
encabeza doña Julia Verduzco, se realizan Campañas con los Comités Municipales
de Fomento a la Salud y Participación Ciudadana; se apoya con Asistencia Social
a Indigentes (más de mil personas); se administran seis Jardines de Niños (con
una población de 350 infantes); así como se ministran 2 mil desayunos escolares
diariamente y se otorgan más de 300 despensas en la cabecera y las delegaciones
municipales. Además, se llevaron a cabo festivales en el Día del Niño, la
Navidad y los Reyes Magos, donde se repartieron más de mil juguetes; se
impulsaron conferencias en temas asistenciales y se atiende una Escuela de
Educación Especial.
Al
término de su ejercicio, en 1992, el Sistema DIF Municipal logró organizar mil
conferencias en temas como el aborto, la planificación familiar, el Sida, el
alcoholismo, la drogadicción y primeros auxilios; así como se organizaron más
de cien reuniones con los grupos de asesores en estas problemáticas sociales
focalizadas. También se daba cuenta de la atención de más de cuatro mil
personas desamparadas, y se han repartido casi 3 mil despensas. Se apoyó el
desarrollo comunitario con la construcción de pies de casa, canchas deportivas,
parques infantiles y centros comunitarios. Se ofertaron casi 400 asesorías
jurídicas; y se ampliaron los festivales para celebrar a las madres, a los
adolescentes y a los maestros.
Realmente
se realizó una titánica tarea con escasos recursos pero con una gran voluntad,
por lo que la sociedad en general reconoce lo que el Sistema DIF Municipal
representa para las familias en Zapotlán el Grande.
Vaya, pues, esta relatoría para
honrar la capacidad operativa de todas y cada una de las primeras damas que han
llevado las riendas de la Asistencia Social en la comunidad, pero muy
especialmente a doña Julia Verduzco, por el empeño de sus acciones en una época
en la que se tuvieron que sortear muchas problemáticas y se tuvieron que abrir
las muchas brechas que hoy vitalizan las tareas cotidianas de nuestro Organismo
asistencial.
*Historiador
e investigador.
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