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jueves, 20 de julio de 2023

En homenaje a doña Julia Verduzco de Elizondo


  

Fernando G. Castolo*

 

 

Hablar de una mujer notable en la comunidad será siempre un reto porque corremos el riesgo de quedarnos cortos para destacar las cualidades que le han otorgado esa ejemplar dimensión.



El caso de doña Julia Margarita Verduzco Lara es portentoso desde cualquier ángulo que se observe, dado que supo hacer destacar la labor gubernamental de los dos períodos administrativos en que su esposo fue Presidente Municipal de Ciudad Guzmán, el también notable notario don León Elizondo Díaz, quedando bajo su responsabilidad, en la primera ocasión, el impulso en la comunidad de un proyecto nacional recién creado: el Instituto Mexicano de Protección a la Infancia, por sus siglas IMPI; y, en la segunda ocasión, consolidando esos iniciales esfuerzos en favor de la niñez desvalida y la vulnerable sociedad en general, a través del Voluntariado del Sistema DIF Municipal.


            Entre las primeras acciones que se realizaron en la inicial gestión de doña Julia Verduzco, en el año de 1965, fue la prohibición de los menores de edad en lugares inadecuados como los billares, las cantinas y los centros de vicio en que era frecuente verlos. Después, vendrían otras muchas acciones, visitas, gestiones, proyectos, entrevistas, tanto con la iniciativa privada como con instancias gubernamentales, a fin de orientar y consolidar las cotidianas tareas encauzadas a la protección y auxilio de las familias más necesitadas, dejando un precedente a las futuras primeras damas encargadas del Voluntariado.






Voluntariado, sí, porque todo se realizaba con voluntad y sin derogar un sueldo; convirtiéndose la instancia, desde entonces, en el rostro humano del ejercicio gubernamental.


            En los informes redactados en el segundo ejercicio iniciado en 1989, se da cuenta de que el Sistema, que encabeza doña Julia Verduzco, se realizan Campañas con los Comités Municipales de Fomento a la Salud y Participación Ciudadana; se apoya con Asistencia Social a Indigentes (más de mil personas); se administran seis Jardines de Niños (con una población de 350 infantes); así como se ministran 2 mil desayunos escolares diariamente y se otorgan más de 300 despensas en la cabecera y las delegaciones municipales. Además, se llevaron a cabo festivales en el Día del Niño, la Navidad y los Reyes Magos, donde se repartieron más de mil juguetes; se impulsaron conferencias en temas asistenciales y se atiende una Escuela de Educación Especial.


Al término de su ejercicio, en 1992, el Sistema DIF Municipal logró organizar mil conferencias en temas como el aborto, la planificación familiar, el Sida, el alcoholismo, la drogadicción y primeros auxilios; así como se organizaron más de cien reuniones con los grupos de asesores en estas problemáticas sociales focalizadas. También se daba cuenta de la atención de más de cuatro mil personas desamparadas, y se han repartido casi 3 mil despensas. Se apoyó el desarrollo comunitario con la construcción de pies de casa, canchas deportivas, parques infantiles y centros comunitarios. Se ofertaron casi 400 asesorías jurídicas; y se ampliaron los festivales para celebrar a las madres, a los adolescentes y a los maestros.


Realmente se realizó una titánica tarea con escasos recursos pero con una gran voluntad, por lo que la sociedad en general reconoce lo que el Sistema DIF Municipal representa para las familias en Zapotlán el Grande.


            Vaya, pues, esta relatoría para honrar la capacidad operativa de todas y cada una de las primeras damas que han llevado las riendas de la Asistencia Social en la comunidad, pero muy especialmente a doña Julia Verduzco, por el empeño de sus acciones en una época en la que se tuvieron que sortear muchas problemáticas y se tuvieron que abrir las muchas brechas que hoy vitalizan las tareas cotidianas de nuestro Organismo asistencial.

 

*Historiador e investigador.



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