Fernando G. Castolo*
Ediciones Chapultepec cobija bajo su sello este
esperado libro que reúne los textos del más serio y
respetado personaje de la época, un verdadero
lector que reconoce la buena manufactura de las
novedades literarias en el México
posrevolucionario.
La acuciosidad con la cual aborda cada una de sus
muy meritorias críticas, despojadas de todo
rebuscamiento, siempre objetivas y sensatas, lo
hacen una verdadera autoridad en la materia. La
reconocida pluma de este personaje es anhelada,
pero también es temida, dado el prestigio que le
envuelve entre el gremio de los artistas e
intelectuales.
El volumen consta de 278 páginas, en formato de
bolsillo, donde se destacan, por ejemplo, la obra de
Concha Urquiza, de Carlos González Peña, de
Carlos de Sigüenza y Góngora, de Manuel José
Othón, de Luis G. Urbina, de Justo Sierra y del
siempre notable jalisciense Enrique González
Martínez, entre otros más.
Su autor nació en un pequeño pueblo de la
provincia de Jalisco llamado San Sebastián del Sur,
donde vio la luz primera el 3 de junio de 1889.
Realizó estudios en el Liceo de Varones de la
ciudad de Guadalajara. En 1925 se integró a la
Secretaria de Relaciones Exteriores, prestando
importantes servicios en la diplomacia mexicana
en ciudades como La Habana, Panamá, Bogotá,
Roma, Lisboa y Guatemala.
En 1944 se retiró del Servicio Exterior Mexicano y
se dedicó de lleno al periodismo y a la academia,
especializado en el campo de las letras, como poeta
y como ensayista. Falleció nuestro personaje en la
Ciudad de México el 7 de marzo de 1963.
Loor eterno a quien dio luces al pequeño pueblo de
San Sebastián del Sur y lo posicionó en el mapa
internacional a través de su encumbrada obra y
actividad diplomática... Loor al gran Francisco
González Guerrero, orgulloso hijo del Sur de
Jalisco.
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