Fernando G. Castolo
En el
año de 1842 se da cuenta al Ayuntamiento de Zapotlán el Grande de que existe el
resultado de una sentencia en contra, por parte de los herederos de don Juan de
la Peña y del Río, quienes reclaman la propiedad de los terrenos de la Plaza
del Mercado y el Parián. Don Juan de la Peña llegó a Zapotlán en la segunda
década del siglo XIX, en calidad de funcionario al servicio de la Corona.
Por
alguna extraña razón, un buen día apareció como propietario de un predio de
reconocimiento comunal en la ciudad desde tiempos inmemoriales, dado que
estamos hablando del espacio público más recurrente en la población, centro
comercial por excelencia.
Esta
noticia alarma a las autoridades y a la ciudadanía en general, dado el
"golpe" que representaba la orden judicial para el comercio en
particular. A partir de ese momento el Ayuntamiento interpone una apelación y
se inicia una querella que duraría dos décadas.
Para
el año de 1844 los herederos de don Juan de la Peña ofertan la posibilidad de
ceder los terrenos a mitad de precio, previa presentación de avalúos; sin
embargo, la Honorable Corporación no contaba con los recursos necesarios para
realizar la transacción, con lo que se ve imposibilitado en ese momento
histórico.
En
1861, viéndose la necesidad de habilitar una nueva Plaza del Mercado, las
autoridades aceptan la donación de don José María Ochoa Vázquez de un predio
para que funcionara el comercio. Este predio, por cierto, hoy en día se conoce
como el Jardín del Rico. Sin embargo, en el mismo año, finalmente el Gobierno
del Estado resuelve autorizar al Gobierno Municipal para que, de propios, haga
el pago a los herederos de De la Peña y del Río de los terrenos en conflicto,
cuya transacción se cerró en la cantidad de tres mil 600 pesos.
A
partir de esa fecha, la comuna goza de estos espacios, reconocido corazón del
comercio de esta Ciudad Guzmán. Don Juan de la Peña y del Río nació el 4 de
enero de 1787 en la población de Ahualulco (hoy Estado de Jalisco), hijo de don
Francisco de la Peña Alvarado y doña Juana María del Río y Zataraín; casó en
Guadalajara el 20 de septiembre de 1815 con doña María Josefa Cayetana de
Palacios y Bracho, con quien procreó siete hijos, herederos que estuvieron a punto
de despojar a Zapotlán de los terrenos del actual Mercado Municipal y el
conocido como Portal de las Flores.
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