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domingo, 11 de junio de 2023

Un sí, pero no

 



 

 

Salvador Encarnación

 

Se cumplió la profecía. Las encuestas dieron sus resultados anticipados, y unas más cercanas y otras con mayor margen, pero todas dieron como ganadores a Delfina Gómez Álvarez para el Estado de México y a Manolo Jiménez García en Coahuila.



            Alejandra Del Moral dijo y gritó hasta la saciedad que había alcanzado a la morenista. “Caballo que alcanza, gana” lo decía con felicidad. Los números no coincidían con su decir. Sí, hay que decirlo, hubo momentos en que sus preferencias crecieron, pero no lo suficiente como para derrotar a Delfina. El 4 de julio marcó las 18:00 horas y de inmediato los Priistas-Panistas-Perredistas (los 3P) a saber, Alito, Chucho y Marco, hechos un rebosante corazón acompañaron la información dictada por Alejandra ante la TV: “…esta coalición —sostuvo— logró la representación del 100% [en las casillas] y con la información de nuestros representantes, podemos decirles que esta elección la ganamos.” El grito entusiasta de los militantes que nunca los presentaron, se escuchó por la televisión: “¡Gobernadora!, ¡Gobernadora!...”. Y los puños en alto de los 3P, reafirmaron “el irrevocable” triunfo. Tres minutos “al aire” fueron suficientes para cimbrar no sólo a las encuestadoras sino a los especialistas contratados por las televisoras.


            Delfina Gómez Álvarez de Morena apareció ante las cámaras de inmediato. La acompañó Mario Delgado el presidente de su partido y otras personas no reconocidas. Fue Mario quien dio la noticia: “Ganamos la batalla maestra”. Darle a la elección ese adjetivo la corresponde a lo dicho por muchos comentaristas: Es la campaña de campañas: Por lo inmenso de su padrón electoral, por los políticos priistas que ahí residen, por su cercanía a la elección presidencial del 2024. “Voy a aprovechar” dijo Delgado y se adueñó del micrófono. Destacó los puntos con los que Delfina aventajaba a Alejandra. E informó las fuentes: las encuestadoras Enkoll y Parametría y el periódico El Financiero. ¿Y la ganadora? Bien gracias. A su lado sonriendo a diestra y siniestra. Cuando por fin le cedieron el micrófono sostuvo entre otros puntos: “…quien gana no es la maestra Delfina nada más. Es los mexiquenses”.


            Horas después Alejandra Del Moral reconoció su derrota. Ya no la acompañaban los 3P. Tampoco el júbilo. A manera de compañero de consolación estuvo Santiago Creel. Era otra Alejandra. O la misma con la realidad a cuestas. “El fracaso es huérfano”, se volvió a comprobar. Fue un sí, pero no.






Los presidentes de partido, Alejandro Moreno del PRI, Marko Cortés del PAN y Jesús Zambrano del PRD, sostuvieron por TV, que Alejandra Del Moral había ganado las elecciones. Mintieron junto con la candidata. Aparte de perdidos, descubiertos. Podrán aducir en su defensa que lo hicieron “…con la información de nuestros representantes.” ¿Tantos mintieron? Los tres quedaron en un sitio nada deseable: perdidos y sin palabra.


El OSO del día lo hizo Gabriel Quadri, aquel candidato presidencial que se “echó un taco de ojo” con la modelo el día del debate en el año de 2012. Por creerles a los 3P, escribió, presuroso, en su cuenta de Twitter (palabras más palabras menos): “El resultado en el Estado de México demuestra que podemos derrotar el populismo…”. Al conocerse los resultados del PREP, Quadri borró su comentario. La nota puede consultarse en la revista Proceso.


Los comentarios han inundado la TV y prensa. Ha sido una semana de encontrar, por parte del PRI y el PAN, al culpable de la derrota en el Estado de México. La crítica es hacia afuera. Les llegó —que alguien les diga— la hora de la autocrítica. En este año de 2023, Morena lo termina con 21 gubernaturas, cinco del PAN, dos del PRI, dos de MC, una el Partido Verde, otra Partido Encuentro social. El gran perdedor es el PRI, en el periodo de Alito Moreno.  Y ya le extendieron su periodo como presidente de partido.

 

     

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