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viernes, 19 de mayo de 2023

Un lugar de descanso


 

Todos los Doce Pasos de A.A. nos piden que actuemos en contra de nuestros deseos naturales... todos ellos desinflan nuestros egos. En cuanto al desinflamiento del ego, hay pocos Pasos que nos resulten más difíciles que el Quinto. Pero tal vez no hay otro Paso más necesario para lograr una sobriedad duradera y la tranquilidad de espíritu.

 


— Doce Pasos y Doce Tradiciones, p. 52

 

 

Después de poner por escrito mis defectos de carácter, no tenía deseos de hablar sobre ellos, y decidí que era hora de dejar de llevar esta carga solo. Tenía que confesar esos defectos a alguien más. Yo había leído —y se me había dicho— que no podría mantenerme sobrio a menos que lo hiciera.


El Paso Cinco me daba un sentimiento de pertenecer, de humildad y serenidad cuando lo practicaba en mi diario vivir. Fue importante admitir mis defectos de carácter en el orden que se presentan en el Paso Cinco: “ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano”. Admitirlo ante Dios prepara el terreno para la admisión ante mí mismo y ante otra persona.


Como lo describe la práctica del Paso, una sensación de unidad con Dios y con mi prójimo me llevó a un lugar de descanso en donde me podía preparar para los otros Pasos hacia una sobriedad completa y llena de significado.





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