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miércoles, 3 de mayo de 2023

El INAI inoperante


 

Víctor Hugo Prado

 

 

El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), es el organismo constitucional autónomo que garantiza el cumplimiento de dos derechos fundamentales: el de acceso a la información pública y el de protección de datos personales.



Mediante el primero, garantiza que cualquier autoridad en el ámbito federal, órganos autónomos, partidos políticos, fideicomisos, fondos públicos; o cualquier persona física o moral que reciba y ejerza recursos públicos te entregue la información pública que solicites. Y en el segundo, garantiza el uso adecuado de los datos personales, el ejercicio y tutela de los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición que toda persona tiene con respecto a su información.


Actualmente están pendientes de nombrar a tres de siete comisionados que componen el pleno para sesionar y resolver quejas para ordenar la apertura de información o para hacer efectivo el derecho a la protección de datos personales. Había consenso para nombrar al menos uno y otorgarle funcionalidad, pero no lo hicieron, echaron reversa, votaron en contra en la sesión del 27 de abril, dejando a un órgano constitucional sin brazos y sin piernas, inmóvil, en el fondo para que no pida cuentas. No lo borraron, porque para desaparecerlo se necesita modificar la Constitución, y para ello, requieren de la mayoría de dos terceras partes de las y los senadores y no cuentan con ella.






 “No titubeen. Se trata de defender los bienes del pueblo. Que reformen esa institución, mejor dicho, que la desaparezcan, y que esa función se la encarguen a la Auditoria Superior de la Federación y que se ahorren mil millones de pesos…”, fue la orden dada por el Presidente a los Senadores de Morena para desaparecer al INAI.


El tamaño de la orden define de manera transparente al actual régimen. Retrata de cuerpo completo que lo de ellos es la opacidad, nada de defender los bienes del pueblo. Se trata de no rendir cuentas y por tanto quedar fuera del escrutinio público.


Dejarlo en la inoperancia es retroceder en materia de derechos humanos, es dar pasos hacia atrás en el proceso democratizador del país, es perder la oportunidad de tener datos distintos a los que se siembran todos los días en las mañaneras de manera facciosa, es borrar de tajo una lucha que proviene de finales del siglo pasado y que en el año 2000 se viera cristalizada en la primera Ley Federal de Transparencia en México. La única arma válida para defender al INAI y a otras instituciones relevantes para el país será el voto y ese debe ejercerse en 2024.

 

 

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