Fernando
G. Castolo*
Varios
investigadores e historiadores coinciden en que el linaje Ochoa es de los más
tempranos que se establecen en la región de los actuales estados de Michoacán,
Colima y Jalisco, dado que el reconocido patriarca de esta familia se ubica en
el siglo XVI en Zamora.
Por
la región de Zapotlán se aproximan desde Tamazula donde contraen nupcias el 8
de enero de 1734 don Bonifacio Ochoa Garibay y Gutiérrez de Robles y doña María
Gertrudis de Coria y Villaseñor.
En
el caso específico de la antigua Zapotlán el Grande, el primer importante
personaje de este linaje es nieto de don Bonifacio y se llamó don José Justo de
Ochoa Garibay y Jiménez, nacido hacia 1760 y casado en primeras nupcias con
doña Juana María Dolores Mojica y Eguía, y en segundas nupcias con doña Ana
Francisca de Villaseñor y Jaso y Sánchez-Aldana, dando origen a una abundante
prole que rápidamente se extendió y se reconoció como una de las principales
familias, dado que sus miembros se enlazan con otros destacados linajes en la
propia región.
Es
el reconocido intelectual mexicano don Alfonso Reyes Ochoa uno de los que
primero trata de esclarecer los orígenes de su apellido materno, dado que su
madre era nativa de Zapotlán. Sin embargo, es la maestra María Guadalupe
Paredes López quien ofrece luces precisas sobre el origen y consolidación de
una familia que es prolífica en toda la comarca.
Realmente los Ochoa se encuentran en cualquier
lugar y en cualquier circunstancia y podemos reconocer a varios notables
personajes que, a lo largo de la historia, han sido claves en el desarrollo de
nuestros pueblos.
*Historiador
e investigador.
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