Víctor
Hugo Prado
La
educación media superior en México, representa un enorme reto para el Estado
Mexicano, el primero y más amplio es proponerse transformar a la niñez en una
nueva ciudadanía, con amor a la patria, con deseos y elementos para integrar un
proyecto futuro -tanto a nivel individual como en el conjunto de la sociedad- y
poseedor de una formación integral que, si así lo decide, le posibilite incluso
incorporarse al mercado de trabajo.
La
educación, en estos momentos complejos, caracterizados por la desigualdad, la
violencia, la inseguridad, la individualización, y otros factores, debe ser áreas de oportunidad para
reapuntalar la educación, para lograr que los que egresen de EMS sean
ciudadanos y ciudadanas responsables, comprometidos con el bienestar y
desarrollo de sus comunidades, su estado y la nación, con enorme
responsabilidad cívica y ética, que amen la ley al tiempo que observan lo
injusto; que posean sólidas bases científicas que les permita identificar los
problemas, documentarlos, formular hipótesis, recopilar y procesar información,
lograr resultados demostrables, y cómo interactuar con los hallazgos. Sin duda,
deben reforzarse los contenidos curriculares, recuperando la formación en capacidades
no básicas, de avanzada, en lectura, escritura y matemáticas, propiciando la
reflexión mediante preguntas pertinentes, y fomentando las capacidades para la
aplicación práctica del conocimiento.
El
estudiante, debe acercarse a sus raíces históricas, para comprender su presente
cultural, tecnológico, humanista, literario, deportivo y social. Pero no puede
quedarse en la historia, debe formarse en el presente para abordar las
complejidades del futuro a través de los retos que tendrá que descubrir cuando
tenga acceso a la educación superior o en su inserción exitosa en el ámbito
laboral, por ejemplo: ¿Cómo podemos lograr el desarrollo sostenible para todos
a la vez que combatimos el cambio climático del planeta?, ¿Cómo reducir la
brecha entre ricos y pobres? ¿Cómo hacer que todo el mundo se beneficie de
la convergencia global de las TIC?, por solo citar tres problemas complejos
globales de la sociedad.
El
bachillerato debe desplegarse no solo al poco más del 80 por ciento que lo
cursa actualmente, ello obliga a atender las brechas y desigualdades existentes
entre quien estudia y quien no lo hace, a través del mejoramiento de la calidad
y del incremento de la oferta educativa, para cumplir con la obligación
constitucional de garantizar un espacio a toda la población que demande los servicios
educativos, con planteles mejor equipados, docentes capacitados y comprometidos
con la formación de sus estudiantes. Un reto más es formar personas satisfechas
y felices por tener una vida digna y por estar integrados a la sociedad,
desarrollando una función clara.
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