Páginas

miércoles, 19 de abril de 2023

Auscultar a la sociedad por sus palabras


 

Víctor Hugo Prado

 

 

Escribe Irene Vallejo en su libro Alguien habló de nosotros, que Tucídides advirtió el desmoronamiento de la democracia en Atenas mediante el síntoma de una crisis latente en el significado de ciertas palabras. Por ejemplo, él pensaba que la política se deteriora si el servilismo dentro de las facciones se empieza a llamar lealtad. Remata Vallejo afirmando que la salud de una sociedad se puede diagnosticar auscultando sus palabras. 



Muchas de las palabras, de frases de no pocos gobernantes, empezando por el presidente, son utilizadas para insultar, manifestando odio y frustración, utilizadas para enfrentar, para polarizar, para dividir a la sociedad, para complacer a un sector que está con ellos y para denostar a otro igual de grande que no está con ellos.


Hablar de los adversarios políticos es acusarlos de racistas, de clasistas, de conservadores, neoliberales, hipócritas, corruptos o corruptazos, déspotas, rateros, antidemocrátas, ladinos, señoritingos, intelectuales orgánicos, vende patrias, simuladores, fantoches y más.





Si a la prensa o periodistas se refiere, la que no está con él, la que critica a su gobierno, les llama sabelotodos, hampa del periodismo, chayoteros, pasquines, prensa fifí, amarillistas, paleros, prensa vendida, obnubilados, mercenarios de la información, paladines de la transparencia, golpeadores.


No por nada, Gabriel Zaid, a quien el presidente llamaría intelectual orgánico, lo definió como el artista del insulto, del desprecio, de la descalificación. Su creatividad en el uso de adjetivos, apodos y latigazos de lexicógrafo llama la atención. Luego, Zaid escribe más de 80 expresiones que el presidente utiliza para agredir, mencionaré solo algunas del repertorio publicado por él en Letras Libres: achichincle, alcahuete, camaján, canallín, fifí, fresa, malandrín, mapache, pelele, salinista, noeporfirista, traidorzuelo, zopilote.





En tiempos que se impulsa una reforma educativa de la educación media superior, que tiene como propósito desarrollar una base de habilidades, de conocimientos y de cultura para adolescentes y jóvenes, que les permita aprender a aprender de por vida. Bajo principios de una comunidad en bienestar y de integración solidaria, no parece ser el mejor ejemplo de quien conduce los destinos del país y de quienes lo acompañan en las distintas tareas del gobierno.


No será la mejor lección para las siguientes generaciones ver una sociedad dividida y enfrentada que ha hecho suyas las palabras y las convierten en acciones para violentar. El gran reto, es encausar a una sociedad a mejores escenarios de bienestar con oportunidades para todos. Las palabras futuras deben cambiar para lograr trascender como sociedad en donde caben todos.

 

 

.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario