Juan
José Ríos Ríos
El
Volcán/Guzmán
En
verdaderas trampas y de mucho riesgo para los peatones se han convertido los
huecos abiertos en las banquetas para la colocación de medidores del servicio
de agua potable en Ciudad Guzmán. Las tapas que cubren o protegen al equipo
instalado, con cargo al usuario, resultó de tan mala calidad que muchas de
éstas ya no cumplen su función y otras están muy deterioradas, por lo que
constituyen un potencial peligro para las personas que caminan por las
banquetas.
Este problema ya se ha detectado en
calles del considerado Centro Histórico, pero en donde más abundan es por
algunas de las banquetas de los domicilios que forman la colonia San Felipe,
afectación que seguramente no causaron los vecinos que reciben el servicio bajo
este sistema, tampoco creemos que hayan sido producida por vándalos, que los
hay, sin duda se debe a la mala calidad del equipo instalado que debe de
buscársele alguna solución.
Si de día, con la luz solar, es muy
probable que se caiga en estos huecos, más lo es en las penumbras de la noche,
situación que se ha venido generando no de ahora, procede desde que se inició
el procedimiento de instalar medidores del agua “potable” que llega a los
domicilios particulares, equipo que tuvo un costo, considerado como poco
moderado, para los vecinos, que lo recibieron de mala la calidad, el resultado
de ello está en las banquetas.
De por sí el personal que hace este
tipo de instalaciones o bien atiende y resuelve problemas de fuga, conexiones
de agua o drenaje, dejan sus huellas de destrucción, es decir, no se procede a
reparar las modificaciones hechas, lo que contribuye todavía más a que se
tengan banquetas en mal estado, un mal generalizado por casi toda la ciudad, y
no nada más por la colocación de medidores o reparaciones hechas, también por
el paso del tiempo, las malas obras hechas al respecto y, como es frecuente en
zonas con poco tiempo de rehabilitación, como en la calle José Clemente Orozco,
el que se permita o, haciendo uso de toda la impunidad posible, se suban o
estacionen vehículos sobre las banquetas.
Sin duda que el problema es para los
vecinos y quien debe de responder es el SAPAZA, que si bien los daños datan de
tiempo atrás, este OPD es el responsable del sistema y los medidores y el
estado que guardan sin duda es su competencia. Si no es así, alguien- la
autoridad municipal- debe hacer caso del problema, son riesgos que corren las
personas, sobre todo las mayores de edad, una “metida del pie” en un hoyo de
este tipo, puede ocasionar, si no es que ya ha sucedido, severas afectaciones
en la economía corporal de la gente.
Aprovechando la mención del SAPAZA,
vecinos de la colonia La Providencia, han manifestado su insatisfacción por el
líquido que reciben en sus hogares, del todo contaminada con tierra y otros
materiales. De igual forma, en la colonia Solidaridad, tal vez por falta de
limpieza en el tanque que almacena y de donde se distribuye el agua a los
usuarios, si es que no se ha procedido a darle este servicio últimamente, el
agua almacenada en pilas y otros recipientes luce muy seguido con una “nata
aceitosa”, todo un riesgo si alguien la consume como potable o por no tener
conciencia de ello, y por la falta de recursos económicos para suplir esta
necesidad mediante la compra del líquido en garrafones, que si bien dejan mucho
que desear en cuanto al grado de potabilidad para el consumo humano,
seguramente es menos dañina que el agua que surte SAPAZA, al menos es la
creencia que hay en ello. ¿Harán algo?
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