Pedro
Vargas Avalos
Muchos
ciudadanos que no están de acuerdo con el gobierno de Andrés Manuel López
Obrador, suelen hacerle severas críticas, muchas de ellas llevadas por una
pasión visceral. Así tenemos desde la señora que durante la marcha del 12 de
noviembre de 2022 le dijo que se largara a su casa en el sureste del país,
hasta lo que enfatizó el inefable Javier Lozano: “este hombre es un dictador en
potencia” (El Diario NTR, 12-jul- 2022). En la más reciente marcha “ciudadana”
(así le llaman los partidos de oposición y algunos empresarios o personas que
de verdad lo sienten) organizada bajo la divisa de “El INE no se Toca” y su
derivado “Mi voto no se toca”, se patentizó que el común denominador de los
marchistas es el aborrecimiento al presidente y su partido.
Incluso, ciertos “comentócratas” han
pedido al presidente Joe Biden de los Estados Unidos que intervenga para
detener la administración lopezobradorista. También varios senadores
conservadores estadounidenses pidieron al mandatario norteamericano intervenga
para frenar lo que consideraron como “el desmantelamiento de instituciones
democráticas en México”. (Robert Menéndez, Presidente del Comité de Relaciones
Exteriores del Senado, Patrick Leahy, senador por Vermont, Jeffrey A. Merkley,
de Oregon, y Benjamín L. Cardin, de Maryland, según Etc. 2-marzo-2023).
A
estos señores, basta con anteponerles lo que declaró el portavoz del
Departamento de Estado, Ned Price: “México tiene una democracia vibrante y eso
lo hemos visto en los últimos días. Hicimos esos comentarios con este espíritu.
“(Aristegui Noticias, 01 Mar, 2023).
Y lo que han visto ha sido muy elocuente: una prensa tradicional en casi su totalidad, convertida -gracias a la libertad de ideas imperante- en crítica exacerbada de AMLO; comentaristas exorgánicos, que dicen entremezcladas con mentiras y medias verdades, hasta “de lo que se va a morir” el presidente; pero, sobre todo, la marcha que se llevó a cabo el domingo 26 de febrero, tanto en la capital azteca como en un centenar de ciudades mexicanas, e incluso en urbes extranjeras. Estas manifestaciones, se han realizado con plena libertad tanto de sus organizadores como de los participantes, quienes presumen concentraron como un millón de personas en todos los lugares, sin valorar que el padrón de votantes es de casi 95 millones de mexicanos, es decir, marcharon un poco más del uno por ciento: nada del otro mundo
.
Los
medios de comunicación, tanto locales como nacionales, se dieron vuelo
informando sobre ese evento del día 26 del mes pasado. En general, todos narran
como se desarrolló la marcha, enlistan las principales exigencias allí
expresadas y le dieron juego a los oradores, que en el caso de zócalo
capitalino, fueron la priísta Beatriz Pagès Rebollar y el ex ministro de la
Corte de Justicia, José Ramón Cossío. Solo como excepción, incluían pálidas
opiniones de los que respaldan al partido en el gobierno y a este mismo.
Como
muestra de lo anterior, leemos en Milenio del lunes 27 de febrero, al pie de
una gran foto de primera plana: “Marcha. Se pinta el Zócalo de rosa ‘en
defensa’ del INE.” Los de Reforma y Mural (en Guadalajara), dicen que en la
plaza de la Constitución de la ciudad de México, “Se manifiestan en más de 100
ciudades en defensa del voto” y en letras mayores el encabezamiento principal:
“Emplaza a Corte la voz ciudadana”. En nuestra Perla Tapatía, El Informador,
publica: “Llenan plazas y exigen a la Corte revés al Plan B”. Y así por el
estilo, los diarios de toda la República y desde luego, la insuflada “prensa
nacional”, que se presume de esa manera solo por estar impresa en la capital de
la nación.
Las exhortaciones para que se
formulen amparos y se presione a los ministros de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación (SCJ), han sido desmedidas. El mismo día 2 de marzo, recién
publicada la segunda parte del llamado Plan B, de reformas electorales, que por
lo tanto ya están en vigor, hubo una firma de convenio entre el PRI y el INE,
ocasión que aprovechó Lorenzo Córdova, para señalar “que combatirán por todos
los medios institucionales a la mayoría tiránica”. (diario 24 horas, 2 marzo
2023).
Al respecto, el primer magistrado
del país, dijo en la mañanera inmediata a la marcha, a pregunta sobre tal
suceso: “esto es bueno para el país, porque antes había mucha simulación
empezando porque engañaban de que era distinto el PRI y el PAN, y ahora ya
sabemos que no es así, ya caminan juntos agarrados de la mano.” Quizás al PRD
no lo mencionó porque, aunque también va en la combinación opositora, la verdad
es residual por su dimensión, reducida a meros remanentes de lo que hace
lustros fue, y que ahora lo tienen casi en extinción. Y agrega el gobernante
federal: “también sabemos que tienen sus intelectuales orgánicos, que los
apoyan la mayoría de los medios de información, que en sentido estricto no les
importa la democracia, sino lo que quieren es que continúe el predominio de una
oligarquía, es decir, un gobierno de los ricos, de los potentados; no les
importa el pueblo…”.
En eso no cabe duda de que hay al
menos dos planteamientos de nación: el que encabeza bajo la divisa de “primero
los pobres”, el actual gobierno conocido como Cuatro T, y de otro lado sus
adversarios, que son las oposiciones, (donde están muchos empresarios y
bastantes comentócratas antiamlo). Para entender mejor su cuantía, estos grupos
son entre el 25 y 30 por ciento de la ciudadanía. El otro frente, es decir los
que apoyan al nacionalista presidente de origen tabasqueño, así como a su
partido MORENA y sus aliados (PT y PVEM),
en suma significan un 65 o 70 por ciento de votantes. Claros están los
campos en que se enfrentarán durante los comicios, este año en el EstadodeMéxico
y Coahuila, y el 2024, en la madre de las grandes competiciones, pues está en
juego la presidencia de la república y el poder legislativo, así como numerosas
gubernaturas y cientos de municipalidades.
“Después de una larga temporada de
vacas flacas, la oposición obtuvo por fin una buena noticia con la marcha que
llenó el Zócalo y otras plazas públicas el pasado domingo. Una muestra de
músculo que, si bien no se equipara con el movimiento de masas que pueda
desplegar el obradorismo, tampoco es algo que pueda ningunearse” dice Jorge
Zepeda Patterson, (colaboración de Milenio, 2 marzo 2023) agregando que los
seguidores del presidente, no cuentan ya con parte de la clase media, pero a
pesar de eso, “lo que uno pierde no necesariamente el otro lo gana. Podría
incidir en las próximas elecciones, pero la oposición tendría que hacer su
trabajo, no es claro que eso esté sucediendo. Y no solo se trata de un tema de
nuevas y mejores caras, que no se ven. Tampoco hay programa para ofrecer. López
Obrador propuso inversiones en el sureste abandonado, mejoras al poder
adquisitivo, moderación en las cuentas públicas, cobro justo de impuestos,
internet para todos y un largo etcétera. En el camino cometió errores, pero
construyó esperanzas. La oposición no puede pretender recuperar el poder, o
parte de él, a partir del resentimiento a la 4T. Algo que da para una marcha,
no para conquistar el voto de un ciudadano medianamente lúcido, así se
encuentre desencantado.”
René Delgado, viejo analista del
devenir político de México, al hablar de las oposiciones, dice contundente:“Las
dirigencias de los partidos opositores no ofrecen ninguna garantía a los
organismos y las personalidades de la sociedad que los instan a coaligarse y,
unidos, ofrecerle competencia al gobierno y su partido. A ellas ni necesidad de
ponerles zancadillas, se tropiezan solas. Dan pena ajena.” (El Financiero,
Sobreaviso del 3-marzo-2023).
Álvaro Delgado, el agudo periodista
nativo de Lagos de Moreno, escribió la semana pasada: La “oposición de derecha
trabaja para recuperar el poder que tuvo hasta hace cinco años. Está por verse
si gana en 2024, porque no es lo mismo llenar plazas que llenar urnas. Pero
nadie lo dude: Va a regresar, enfurecida, por la revancha.” Y aunque muchos
estudiososconsideran que los obradoristas casi tienen segura la elección
presidencial del 2024, hay que tener en cuenta lo que menciona el antedicho Delgado:
“En democracia, la oposición puede obstruir y destruir tanto como puede
cooperar, cogobernar y hasta ser un apéndice del poder público, porque los
opositores de hoy serán las autoridades de mañana, así como las actuales
volverán a la oposición, si así lo decide la voluntad mayoritaria de los
mexicanos”. (Sin Embargo, enero 10 y marzo 2, de 2023).
En conclusión: en nuestra patria
está vigente la libertad de expresión, tenemos todos los derechos en plenitud y
la democracia vibrante, como opinó el gobierno gringo. Ese escenario nos dará
la oportunidad a los mexicanos, para decidir nuestro futuro. Lo que resta, como
buenos demócratas, es informarnos, ver las encuestas y finalmente, votar y respetar los resultados de los comicios.
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