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viernes, 24 de marzo de 2023

José


Salvador Encarnación

 

Todos tenemos un José cercano, ya sea familiar, amigo, vecino; o simplemente un conocido. El 19 de marzo es día del Castísimo José, el padre putativo del niño Jesús.



            Cuenta la leyenda, al Carpintero se le anteponía a su nombre Pater Putativus (padre supuesto pero que se comporta como el verdadero), entonces se leía, al pie de su escultura o imagen Pater Putativus Jospeh (en latín como era la costumbre antes del Concilio). Se dice también (otra versión) que los monjes, en sus conventos, lo citaban con el mismo latinismo. Al abreviarse, quedó como P.P. Joseph. De ahí que a todos los José (o Josés) se les apode como Pepes.


            Con tres tequilas, o menos, entre pecho y espalda, se hace indispensable José Alfredo Jiménez (Ella, El último trago, y otras). Si se anda melancólico o bajo de la autoestima está José José (El triste, Payaso, Volcán…). Y si de plano se amanece retro pues José Feliciano que no se raja (Qué será). Para ellos, felicidades en su día. Y una excepción. Si se amanece cultísimo no queda otra más que escuchar a José Mojica (Solamente una vez, Júrame, Te quiero dijiste).





            19 de marzo, es día de visitar a varios pueblos: san José de Gracia, Mich., Ciudad Guzmán (“José de Zapotlán/ Zapotlán de José”. Ochoa Mendoza, dixit), Barranca de Los Laureles en Zacoalco de Torres donde el rostro de san José es del capellán ahí asignado hace muchos años. (“Ahí les dejo un recuerdito”. Les dijo antes de irse.)


            José de Arimatea es el registro más antiguo en mi memoria. Era el dueño —sostiene La Biblia— del terreno donde enterraron al buen Jesús. Para finalizar les diré el nombre bello de una oración ya olvidada: Angelus josefino.

             


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