Pedro
Vargas Avalos
Tarde,
pero la justicia suele llegar. El poderoso personaje (Genaro García Luna) que
durante los sexenios de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, se
encumbró, y que conservó influencias a la vez que prosiguió disfrutando
dividendos copiosos en el corruptísimo período del priista Enrique Peña Nieto,
fue declarado culpable de cinco delitos, -por el Jurado de la corte federal del
Distrito Este de Brooklyn, Estado de Nueva York, en los Estados Unidos de
Norteamérica-el pasado martes 21 de este mes que, nacionalmente, se dedica a la
Constitución, la amistad, el ejército y la bandera patria, en tanto que los
jaliscienses festejamos a la Perla Tapatía (fundada un 14 del mes) y recordamos
al inmenso Mariano Otero, nacido un día 4.
Volviendo al tema del juicio
desahogado en Nueva York, desde luego que no podemos alegrarnos por ese
histórico hecho, porque en cierto modo se enjuició a nuestra República,
encarnada por el más alto funcionario federal que en el país de las barras y
las estrellas, hayan juzgado. Y en las entretelas del proceso, se avizoró que
muchos políticos mexicanos, a partir del entonces Presidente -Felipe Calderón- que
cubrió de elogios al ahora convicto, estuvieron inmiscuidos en la orgía de
corrupción que auspiciaron, y por lo tanto quedan pendientes de que se les finquen
responsabilidades. Aunque hemos de advertir, que esa descomposición provenía de
sexenios anteriores, específicamente desde José López Portillo, acrecentada por
Miguel de la Madrid y optimizada por Carlos Salinas: los sucesores de éstos, (el
insubstancial Fox y el oscuro Calderón) la consolidaron y llegó al frenesí con el
trivial Peña Nieto.
La prensa nacional informó
exhaustivamente del desenlace, aunque durante el proceso se había mostrado parsimoniosa:
el mismo primer mandatario (AMLO) había decidido que en sus mañaneras, se
informara cotidianamente del juicio, ante la trasquilada información que se
daba en los medios tradicionales. Pero estos, el miércoles 22 de febrero, se
destaparon: “Sí es narco” alardeó en gran cintillo El Universal; “Hallaron a
García Luna ‘culpable y traidor a México”, encabezó el diario Milenio. El
“Excelsior”, pregonó en primera plana: “García Luna es culpable”; casi igual,
El Sol de México, repetía la noticia, agregando “Jurado lo declara culpable de
narcotráfico y otros delitos; el Departamento de Justicia anticipa sentencia
mínima de 20 años de prisión”. El rotativo La Razón, divulgó: “EU declara al
más alto exfuncionario de México culpable de narcotráfico”. Por ello quizás,
Reporte Índigo, en crecidas letras rojizas, afirma que “Seguridad: Caída a los
abismos”. El matutino La Jornada, luciendo enorme caricatura de Felipe
Calderón, atado a una cabeza de García Luna, cual si esa testa fuera un
grillete con bola de hierro, sugiere la peliaguda situación del expresidente,
que previsor y por si acaso, se guarece en España desde hace meses.
Los panistas se sintieron sacudidos
por la condena de García Luna, que, sin ser miembro del partido blanquiazul,
creció y se lució con ellos. Desde luego, los morenistas exigen que se actúe
contra quienes arroparon al ahora criminal confirmado, destacando entre esos padrinos,
tanto Fox como Calderón, los paladines del panismo empoderado. Por lo que ve al
guanajuatense deslenguado, se atrevió a decir en twitter: “El que sigue es
López, ¡¡primero fuera de Palacio y luego dentro de la cárcel!!”. En cuanto al
hombre que llegó a la presidencia del país ”haiga sido como haiga sido” (en alusión
al presunto fraude electoral que lo avaló), circuló una explicación, en la cual
de plano no toca para nada su relación con García Luna, y en cambio se da baños
de pureza: en pocas palabras, abandonó a su consentido policíaco.
En entrevistas que concedieron los
exjerarcas panistas Gustavo Madero, Germán Martínez y Damián Zepeda, en general
coincidieron que luego de lo sucedido en Nueva York, Acción Nacional debe hacer
una autocrítica, pues de lo contrario perderá la confianza (que no es mucha,
por cierto) de los electores. Gustavo Madero Muñoz indicó que la culpabilidad
de García Luna no sólo afecta al PAN, sino a todo el país y en particular al
sistema de procuración de justicia.“Le daña al PAN, a México, al sistema de
procuración de justicia, donde podemos ver que el narcotráfico y la
delincuencia organizada están infiltrados en los mayores niveles de la
administración pública. No se trata de un gobierno, es una situación
estructural de un país” (Síntesis de Prensa ComFin23-II- 2023).
Ahora, en tanto se llega el 27 de
junio, fecha en que el juez Brian Cogan (el mismo que condenó al Chapo) dictará
la sentencia que precise la pena que purgará García Luna, se discute si no
optará por la figura de “testigo protegido”, a fin de lograr una condena menos
dura. Ante esta posibilidad, los que rodearon al otrora poderosísimo Secretario
de Seguridad (2006-2012), -desde
Vicente Fox y muy especialmente Felipe Calderón- se estremecen y sudan frío. Al
respecto declaró el Presidente López Obrador: “Todavía hay la posibilidad de
que García Luna se declare como testigo y, yo diría, por el bien del país que
ojalá lo haga a cambio de que informe sobre sí recibía órdenes o informaba a
los expresidentes, tanto a Fox como a Calderón”.
Les
efectos políticos del caso que nos ocupa, serán trascendentes, porque como
escribió Jorge Zepeda Patterson: “para el obradorismo el batacazo del fallo en
contra de García Luna es un maná político caído del cielo por partida doble.
Uno que mira al pasado y otro al futuro. Por un lado, la confirmación de la
“perversidad” de la administración calderonista y muy particularmente del
hombre que robó la Presidencia a López Obrador; una saboreada venganza que el
tabasqueño difundirá reiteradamente de aquí al fin de los tiempos; una especie
de reivindicación moral de la derrota de 2006 a manos de fuerzas oscuras y
criminales.” Y por la otra parte, sumamente importante, pues casi se desfondó
la oposición, ya que tras la pésimasituación del priismo de Alito (Alejandro
Moreno), la efectiva porción contraria a la Cuatro T era el PAN, pero con lo
sucedido ahora, “la credibilidad de la fuerza política de mayor peso dentro de
la oposición” recibió un duro golpe, o sea, “la factura política correrá a
cargo del PAN”, lo que para sus adversarios morenistas es fabuloso, ya que eso
lo mostrarán como ejemplo claro de la corrupción de “los conservadores”.
Para concluir este tema, anotamos lo
muy impresionante que expresó el Fiscal del distrito este de Nueva York, Breon Peace,
luego de la decisión del jurado, declarando culpable al multicitado ex súper
policía: “García Luna, quien alguna vez estuvo en la cúspide de la aplicación
de la Ley en México, ahora vivirá el resto de sus días como un traidor a su
país y a los oficiales honestos que arriesgaron sus vidas para desmantelar los
cárteles de las drogas. Es inconcebible que el acusado haya traicionado su
responsabilidad como secretario de Seguridad Pública al aceptar de manera
codiciosa millones de dólares en sobornos, manchados con sangre de la guerra de
cárteles del narcotráfico y de batallas libradas en las calles de Estados
Unidos y México, a cambio de proteger a asesinos y traficantes que juró
solemnemente investigar. El veredicto de hoy es una luz brillante para el Estado
de derecho, para el bien sobre el mal, y para la justicia sobre la injusticia,
para todos aquellos que han sufrido por los crímenes deplorables del acusado.”
Por ello, meditamos el título de esta colaboración: García Luna es culpable, ¿y
quienes lo encumbraron qué?
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