Juan
José Ríos Ríos
El
Volcán/Guzmán
El
estado que guardan algunos espacios o inmuebles que se pueden considerar como
bienes del municipio o, que por su uso y destino son la primera cara que la
ciudad brinda a quienes arriban vía terminal de autobuses, sitios donde abunda
la basura, el abandono y, de hecho, requieren limpieza, mantenimiento que, por
lo que se ve, no se les ha brindado en años.
Por el estado “normal” de suciedad
que padecemos en nuestra ciudad, mucho tiene que ver por nuestro
comportamiento, cuando al salir ejercitarse, caminar o pasear a las mascotas,
momentos en que algunos, para “hidratarse”, adquieren y consumen productos como
café, agua envasada o refrescos, incluso productos “mata hambre”, como papas y
otros que se consideran chatarra, y se nos hace muy fácil tirar los envases,
generalmente de plástico o de unicel, donde mejor nos pega la gana.
Y lo mismo se deja esa basura entre
las ramas de los pocos árboles que hay en las “áreas verdes”, en los camellones,
en las bardas bajas que deslindan de la vía pública a la casa particular, en
los prados de ésta o en vía pública, nos vale, ya no se diga en zonas donde
hay, de hecho, abandono y basura, como lo es el caso del canal hidrológico o
las nuevas áreas verdes generadas por la administración anterior, donde incluso
se han muerto algunos árboles, muy concretamente en el que se encuentra
bordeando el citado canal, entre la colonia Cruz Roja y el Club Zapotlán, para
ver si alguien del gobierno local se interesa por comprobarlo.
Pues bien, si algunas personas hacen
de las suyas ensuciando los espacios ya descritos, del todo cuestionables y que
pudieran erradicar de su comportamiento, la parte oficial, la obligada a
mantenerlos en buenas condiciones de uso y de higiene, no hace lo que les
corresponde, la mejor muestra, comprobable del todo, está en el tramo del cauce
del canal hidrológico que colinda con las casas habitación que lo borden en la
colonia Constituyentes.
En este tramo una buena parte del
ducto está cubierta por maleza, tierra y basura. Es tal su estado que hasta se
introduce ganado para que se “alimente” del pasto y, con toda seguridad, hasta
de la basura que hay allí. Esta situación sin duda contribuye, en tiempos del
temporal de lluvias, a que las aguas se desborden y ocasionen problemas a los
vecinos, como ya ha sucedido, del todo evitable si es que hubiese, primero el
interés y luego el trabajo de mantenimiento, reparación y limpieza de este
patrimonio.
Qué decir por el rumbo de la
terminal de autobuses. Existe, desde su creación, un área que se dedicó para el
establecimiento de comercios, comidas, dulces o artesanías, que pueden saciar
la necesidad de comer de algunos de los pasajeros que llegan a través de las
diferentes líneas que aún hacen su entrada a Ciudad Guzmán, o bien productos
artesanales para obsequiar a los amigos, familiares o vecinos.
Pues en este
espacio, no se sabe si es propiedad del municipio o forma parte del patrimonio
cedido a los empresarios del autotransporte que se hicieron de este bien,
además de que la gran mayoría de los locales están sin uso, sin duda porque no
cumplió las expectativas de arribos de paseantes, turistas o visitantes
normales a esta ciudad, que no resulta rentable instalarse, situación que no es
ajena en las mismas instalación de la terminal en cuestión, hay basura por
donde quiera, cercos derribados, ganado pastando y, con ello, dando un aspecto
poco grato para quienes arriban aquí, dejamos mucho que desear como ciudad
limpia. ¿Dónde quedó el Zapotlán te queremos limpio?
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