lunes, 20 de febrero de 2023

Se extingue la Feria del Libro


 

>Además, la poca sensibilidad del gobierno municipal por no apoyar estas actividades, ayuda a ue se apague esta actividad.

 

 

Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán

 

 

Los cambios de hábitos en la lectura y consumo de libros, propiciados principalmente por las nuevas tecnologías electrónicas y el poco apoyo que reciben los expendedores de libros, va reduciendo muy considerablemente la participación de estos impulsores de la cultura en Zapotlán el Grande, de una docena de ellos que en los buenos tiempos de exposiciones de sus productos se instalaban en los portales, su número se ha reducido a sólo cuatro.



            Al charlar con una de estas personas nos permitió conocer las dificultades y trabas que reciben para ejercer su profesión, de la cual obtienen recursos para su sostenimiento en el hogar, entre las que destacan la merma en la venta de libros, principalmente enciclopedias o libros de consulta, cuando los necesitados de este tipo de información ya la pueden obtener, incluso sin costo alguno, a través del Internet, lo que ha propiciados el retiro de algunos de los expendedores al no sacar ni para los gastos con sus bajas ventas.


            Otras de las trabas que han tenido que afrontar en la actitud de las mismas autoridades municipales, al negarles en ocasiones el espacio que por años han venido ocupando en los portales, lo que por esta ocasión se les permitió a cuatro de éstos, pero con la obligación de pagar “plaza” a razón de cien pesos por expositor, cuando en años anteriores no tenían ninguna obligación económica que cubrir por llevar a cabo esta actividad que fomenta la lectura, y con ello poner la cultura a la mano para las personas afectas a este tipo de ejercicios.





            Sin duda que la cultura no se acaba con el sólo hecho de que ya no haya quienes vendan libros, o participen en la exposiciones que durante el año se instaban en la zona centro de Ciudad Guzmán y, que ahora, su número se ha reducido a cuatro personas, pero sí el proceso de extinción de esta actividad y de las personas que de ella hacen su profesión siga avanzando, lo que debería de motivar a buscar la forma de que no llegue al extremo y dejen de realizarse las exposiciones, entre éstas, cuando menos, no cobrarles por instalarse en la vía pública, que es de todos, en algo les ayudaría, cien pesos parece poco, pero hay que vender para pagar y las ventas no son de cerveza, es de información, de cultura.


            Existen, es cierto, varios espacios establecidos en el primer cuadro de la ciudad cuyos propietarios se las han ingeniado para continuar en la tarea de exponer y vender libros, pero no son estos negocios los que están en tanto riesgo de extinción por los mismos efectos que los que se instalan en la vía pública, siendo éstos los que no tienen recursos económicos para pagar la renta de un local o disponer de inmuebles para hacer su lucha con sus libros, razón por la cual, desde hace varias décadas, han sacrificado mucho para no quedar en el camino, son parte de una experiencia y tradición que, en su tiempo, era esperada y aprovechada por clientes ansiosos de disfrutar de un buen libro y por ende de una mejor lectura.


            La Comisión Edilicia de Cultura en el Ayuntamiento de Zapotlán el Grande, debería de dedicar su atención en este aspecto, dialogar con los pocos expositores que aún se establecen, buscar formas de ayudarlos para no solamente sobrevivir, también para que la tradición no se pierda y varias personas queden sin ingresar un dinero por esta honrosa actividad, la cual destacamos por su importancia, su aportación y por la lucha personal que cada una de éstas hace para que en Ciudad Guzmán, la lectura y compra de libros, nuevos o usados, se mantenga viva.

 

 


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