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domingo, 19 de febrero de 2023

Congresos estatales: crisol de indolencia, ineficacia y simulación


 


  

Pedro Vargas Avalos

 

 

En los países democráticos, la división genuina del ejercicio del poder público, es indispensable para que los asuntos de gobernabilidad avancen idóneamente. Ya sabemos que los ramos en que se divide ese poder, son legislativo, ejecutivo y judicial.



            En los Estados de la Federación, en el primero (Legislativo), que forja las leyes, así como en el tercero (Judicial), que administra la justicia, son colectivos es decir colegiados, lo que significa que están compuestos por gran número de integrantes: diputados en uno, magistrados y jueces en el segundo. Por su lado, el ejecutivo es unipersonal, es decir, lo ejerce una sola persona. A diferencia del ámbito federal, en las Entidades no existen senadores, por lo que, el legislativo es unicameral.


            A través de la historia patria, México ha tenido excelentes políticos que se han desempeñado como diputados, que es lo mismo que representantes populares. Igualmente podríamos decir de los Estados de la Republica, y para no ir más lejos, el mejor ejemplo es nuestro hermoso Jalisco, que en este año de 2023 celebra el bicentenario de su creación.


            El antecedente del Congreso local, lo fue la Diputación Provincial de Guadalajara, que fue el organismo que creó el 16 de junio de 1823, al Estado Libre de Xalisco (hoy Jalisco, sin equis). Sus miembros se denominaban “vocal” y fue el señor José de Jesús Huerta Leal, quien redactó el documento que se dio a conocer públicamente cuando se determinó crear a la Entidad. El nombre lo tomaron del que servía para señalar a nuestra región en la época prehispánica: Xalisco, vocablo náhuatl que significa sobre la arena.





            Quien esto escribe, publicó hace décadas lo siguiente:El 13 de junio de 1821 se proclamó la independencia en la Nueva Galicia; a la una de la tarde se reunió de emergencia la Diputación, convocada por el Intendente D. Antonio Gutiérrez de Ulloa como Jefe Político interino (en vista de la huida del Gral. Cruz) y los vocales: Dr. Miguel Gordoa, Dr. Rafael Dionisio Riestra, D. Matías Vergara, Lic. Crispín Velarde y D. Alfonso Sánchez Leñero; faltaron el Dr. Toribio González, Juan Manuel Caballero y D. José García Monasterio; era secretario el Lic. José Anastasio Reynoso. Inmediatamente se nombró una comisión que recibiera al Gral. Pedro Celestino Negrete, jefe de la tropa proclamadora de la Independencia y por disposición de éste por la tarde se pasó a Palacio de Gobierno, pero traspasada para el día siguiente a las ocho de la mañana la junta general de organizaciones, a tal hora se juró la independencia, luego lo hicieron los empleados en su local de sesiones, siendo el primer acto público de su historia independiente en dicho sitio; galardón que ostentan sólo los pueblos que saben vivir con dignidad y luchar con gallardía. La Diputación -que funcionaba en el viejo edificio del ayuntamiento de Guadalajara, -ubicado donde hoy es la plaza de la Liberación- representaría un bastión inexpugnable ante los embates del oscurantismo que simboliza el imperio y luego el principio Centralista; a destruir éste se lanzó con toda su fuerza y prestigio: desde aquel viejo palacio municipal cimbraba a toda la nación con sus excepcionales decisiones, logrando arrancar al reacio Congreso General el 12 de junio de 1823 el acuerdo de ‘estar su voto por el de la República Federal’. Como tal decisión no fue contundente, la Diputación guadalajarense, el día 16 de ese mes, proclama el federalismo y decide la erección del ESTADO LIBRE DE JALISCO, soberano en sí mismo y que sólo reconocía lazos de confederación con otras provincias. En estos acontecimientos participó intensamente el Doctor José de Jesús Huerta Leal, mentor de la pléyade liberal y federalista que forjó a la Entidad y la República. Por ello, ésta es fecha solemne de la Entidad, según decreto número 16434 de fecha 17 de diciembre de 1996, emitido por la LIV Legislatura jalisciense”, y que ahora se ha renovado al determinarse conmemorar el 200 aniversario de esa memorable fecha.

            Desde aquellos lejanos tiempos, brillaron personajes que dieron lustre a los políticos jaliscienses: Prisciliano Sánchez y Juan N. Cumplido, son ejemplos elocuentes de la inicial legislatura que fue constituyente (1823-1825). En la primera de orden constitucional, instalada el 28 de enero de 1825, destaca Pedro Tamez. En la segunda, tenemos al laguense Urbano Sanromán, y así sucesivamente, en cada una existía algún notable político que sería su emblema.


            Los diputados tapatíos, que fueron a México, para fungir dentro de la Cámara de Diputados federal, están más que bien representados por Valentín Gómez Farías, el ya mencionado Dr. José de Jesús Huerta, Mariano Otero, Ignacio L. Vallarta y Luis Manuel Rojas, éste, ya en el siglo pasado.





            Lamentablemente, esa línea gloriosa de nuestros diputados ya no ha sido continuada en los tiempos recientes. La mediocridad ha campeado, la ineptitud se ha enseñoreado, la falta de civismo es evidente y la simulación pareciera que fuera la norma a seguir. Por ello, dice un periodista local:“De los altos niveles de corrupción en el Poder Legislativo de Jalisco se ha hablado y documentado desde la opacidad paradigmática de la Legislatura 58, de mayoría panista, de hace más de dos décadas.” (Jaime Barrera, Rapacidad y Obesidad Legislativa, El Informador, 16 febrero 2023.)


            De allí que, a fines del año pasado, los legisladores locales que integran la Comisión de Administración y Planeación Legislativa, acordaron que se elaborara un estudio diagnóstico sobre la nómina del Congreso del Estado. “La presidenta de la Comisión de Administración, Mara Robles Villaseñor, informó que la idea es “poner orden” a la nómina del Poder Legislativo, donde durante años se ha dado a conocer que hay personas que no trabajan, aunque acudan a laborar, o hay puestos de trabajo con sueldos diferentes.” El organismo seleccionado fue el Instituto Mexicano para la Competitividad AC (IMCO), con sede en la ciudad de México, consultor en materia de políticas públicas, que es independiente, apartidista y sin fines de lucro,  sin domicilio en el estado de Jalisco, “para que sea imparcial y no tenga conflicto de interés. Con ese diagnóstico realizado de manera científica, vamos a poder tener información precisa, sobre cuáles son las distorsiones que existen en la nómina y vamos a poder corregirlas” dijo la aludida diputada.


            El estudio se llevó a cabo y el análisis, que fue entregado el martes 31 de enero a la JUCOPO (Junta de Coordinación Política y a la presidenta de la Mesa Directiva) de la Cámara de Diputados de la entidad, “busca aportar con base en evidencia una serie de recomendaciones de política pública para mejorar su gestión y transparencia. Se utilizaron los datos y documentos proporcionados por diversas áreas del Congreso y se tomaron en cuenta buenas prácticas en materia de gestión de nómina, tanto a nivel local como internacional. “ El 14 de febrero, aniversario de la fundación de la Perla Tapatía, se dijo que en el “diagnóstico se señala que la nómina está conformada por mil 69 empleados, y de los 16 puestos catalogados, el 26 por ciento no coincide con el catálogo de puestos existente; el costo de la nómina es más elevado que otros congresos estatales en México por número de habitantes, y hay disparidad en los rangos de sueldo anual de los empleados para un mismo nivel de escolaridad y jerarquía.”





            Es por ello, que aseguró Mara Robles, “Es un deber imperativo deshacerse de la mala imagen que por algunos históricamente se le ha impuesto al Poder Legislativo sobre los llamados aviadores, la ineficiencia y los criterios discrecionales y poco claros para el ingreso, promoción y permanencia del personal que aquí trabaja”. Especificó dicha diputada, “que el diagnóstico de IMCO no es una auditoría, por ello no se dieron a la tarea de eliminar a los presuntos trabajadores que cometieran algún delito, pero sí señalan que hay anomalías que deben solucionarse como la consanguinidad, existencia de puestos que no están en el catálogo, inexistencia de funciones, entre otros”. (Boletín del Congreso, 14-II-2023).


            El secretario general del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado en el Poder Legislativo de Jalisco, César Iñiguez González, manifestó que “los empleados de base son los que hacen funcionar al Congreso de Jalisco y una reingeniería administrativa no debe afectar sus derechos laborales”, lo cual es evidentemente justo. Y añadió que los diputados “tienen una bolsa de más de 200 mil pesos para contratar personal”, por lo cual no deberían contratar “más personal cuando ya tienes gente que hace trabajo de base.” (16-II-023).


            Al respecto, escribe Isaack de Loza: “El Congreso es un botín, una descarada repartición de plazas entre amigos y familiares que esta semana fue abierto en canal y expuesto ante la opinión pública por una instancia externa y apartidista: el Instituto Mexicano para la Competitividad”, agregando: “tenemos un Congreso al servicio del Poder Ejecutivo que lo mismo le aprueba una deuda para heredar a los que vienen que un recorte a la educación en el presupuesto. Lo mismo le avala un financiamiento para la Línea 4 que le llena una protesta contra la Feria Internacional del Libro. Diputados a la carta, pues.” Y sigue: “Además del tequila y la torta ahogada, hoy Jalisco puede presumirle a México entero que su Congreso cuesta más que el de Veracruz —un Estado demográficamente parecido al nuestro—, que el de Nuevo León, que la Cámara de Diputados de Chile, que la Asamblea de Nueva York, y que además se encuentra muy por encima del promedio nacional en el costo de su nómina.” (El Informador, 17-II-2023).


            Y es que como asegura Jonathan Lomelí: en el Congreso local, “las decisiones se toman basadas en arreglos y repartos con una lógica de botín. La contratación de personal, por tanto, es para satisfacer intereses”. (El Informador, 16-II-2023).

            

La conclusión es ahora: ¿será cierto que se corregirán los vicios antedichos?, o como muchos aseguran, nuestro poder legislativo estatal, continuará siendo un crisol de indolencia, ineficacia y simulación, con lo cual manchan al división de poderes, denigrando la gran trayectoria de los diputados que desde 1823, forjaron con civismo y honorabilidad a nuestro entrañable Estado de Jalisco.

 

 


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