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domingo, 22 de enero de 2023

¿Te ayudaría un trago?


Al repasar nuestros historiales de bebedores, podíamos demostrar que, años antes de darnos cuenta, ya estábamos fuera de control, que incluso entonces nuestra forma de beber no era un simple hábito, sino que en verdad era el comienzo de una progresión fatal.






_— Doce Pasos y Doce Tradiciones, p. 21_


Cuando yo todavía estaba bebiendo, no podía responder a cualquier situación de la vida como lo hacía otra gente más sana. El más pequeño de los incidentes me producía un estado de ánimo tal que creía necesario tomarme un trago para adormecer mis sentimientos. Pero el adormecimiento no mejoraba la situación, así que tenía que buscar nuevo escape en la botella. Hoy tengo que estar consciente de mi alcoholismo. No puedo darme el lujo de creer que yo he adquirido control sobre mi forma de beber — o pensar otra vez que he reconquistado el control de mi vida. Tal sentimiento de control es fatal para mi recuperación.




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