Juan
José Ríos Ríos
Todo
hacía suponer que con la apertura de los cuatro carriles de la autopista
Guadalajara-Manzanillo, en su tramo Cuatro Caminos - Colima, dejaría de
constituir un riesgo latente para sus usuarios y, con ello, ya no se
registraran más accidentes fatales, por la pérdida de vidas humanas,
independientemente de los daños materiales y los problemas que de ello se
derivan, lo que lamentablemente no es así.
Apenas se dio el banderazo de
arranque a sus operaciones, no solamente se aumentó el costo al peaje, también
ya ocurrió un muy lamentable percance cuando dos vehículos pesados prensaron un
auto particular y con ello ocasionando la pérdida de vidas humanas, lo que da
idea que se requiere algo más que un trazo carretero en buenas condiciones,
que lleve aparejado una mejor señalética y control, sobre todo para
camiones de carga.
Por principio de cuentas, casi todo
el trayecto no cuenta con iluminación, para que de noche y en ocasiones de
niebla o sitios sinuosos, los conductores puedan tener indicaciones de riegos y
con ello, de manera anticipada, tomar las medidas precautorias necesarias para
evitar verse involucrado en un accidente, es pobre en servicios esta llamada
autopista y muy costosa su paso para todo usuario.
Qué decir de la carretera Libre al
vecino estado de Colima, por donde cada vez más vehículos de carga, tráileres,
la emplean para evitar el pago del peaje al movilizarse por la autopista,
siendo un trayecto, de Ciudad Guzmán hasta Colima, con muchos puntos de riesgo,
tanto por el mal estado de algunos tramos de la carpeta asfáltica, como por lo
angosto y sinuoso del mismo, no es apto para grandes vehículos que, por lo
general, invaden carril contrario en cada curca, de las muchas que hay, con los
riesgos que ello implica para los demás.
La nueva ruta, que prácticamente se
abre muy cerca del punto conocido como Cuatro Caminos, ubicado en territorio
del Municipio de Tuxpan, tiene un trazo más recto, con vistas espectaculares,
por la altura y extensión de los puentes construidos, significa un ahorro en
tiempo de casi quince minutos, desde Ciudad Guzmán a la Ciudad de Las Palmeras,
Colima, que en mucho contribuye un tránsito más rápido de uno a otro lugar, lo
que muchos aprovechan, sobre todo los traileros, para pisarle más al
acelerador, con los riesgos que ello implica.
Cabe destacar, que terminando el
trayecto que corresponde al territorio de Jalisco, los carriles de ida hacia
Colima se amplían a tres, tanto de ida como de regreso a la entidad, lo que
también favorece un paso más rápido y, en lo que cabe, un tanto más seguro, lo
que sería mucho mejor si su trayecto no solamente se mantuviera en mejores
condiciones la carpeta asfáltica, también que se le colocara iluminación y una
señalética más moderna.
Quienes tienen urgencia de ir a uno
y otro lugar utilizando esta vía terrestre, obligadamente deben pagar el paso y, en caso contrario, emplear
la libre, de cobro, pero con más riesgos, lo que no corresponde a una realidad,
por el costo tan elevado de la ruta, y a lo que se dice en cuanto a la
inversión que se ha hecho en las carreteras de la entidad, falta interés en ver
lo que se hace y cómo se hace, pero, también, una mayor vigilancia y control
para quienes violentan las disposiciones de seguridad establecidas, lo que
generalmente ocurre por los camiones de carga.
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