Salvador Mateo
Investigadores de casas de estudio como la Universidad de Guadalajara (UdeG) han documentado con una gran exactitud que muchas colonias populares del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), además de estar azotadas por la marginación y pobreza, ahora sufren desabasto de agua potable. Entre los más castigados son las mujeres, los niños y ancianos, quienes han visto amenazado su desarrollo como seres humanos, por la falta de uno de los servicios más elementales considerado como un derecho constitucional, incluso universal.
Los académicos, indican que buena parte de los asentamientos con carencia de agua potable se concentran en el municipio de Zapopan, considerado como el más próspero del AMG. Las colonias son: Agua Fría, Cabañitas, El Nuevo Vergel, Emiliano Zapata, Junta de los Ocotes, La Martinica, Lomas de Tabachines, Lomas del Centinela, Lomas del Vergel y Mesa de los Ocotes. Destacan que en algunas de ellas, el gobierno municipal, a fin de paliar el problema, instaló cisternas públicas en diversos puntos, sin embargo, el líquido brilla por su ausencia y el poco que llega es insuficiente para abastecer a los pobladores.
Pero, aunque no figure en la citada lista, la colonia popular Prados de Santa Lucía y muchas de las que pertenecen a la delegación de Tesistán, desde hace meses tampoco llega agua a los hogares. Basta hacer una visita al domicilio de algún vecino y se observan los estragos del desabasto de agua, calles de terracería por los cuales transitan vecinos indignados, furiosos e impotentes ante tal situación, pues los tinacos se encuentran vacías y los que ni siquiera cuentan con un depósito de mayor capacidad, tienen que acarrear agua con garrafones desde puntos lejanos, es unánime la expresión “pareciera ser una burla de las autoridades”.
Es impactante ver a las personas, ya sea físicamente o a través de redes sociales, que hacen fila a pleno rayo del sol, con la esperanza de que a sus botes les llegue el turno o escuchar testimonios de amas de casa como hacen milagros con el aseo de sus hogares, la preparación de los alimentos, el aseo personal y de sus hijos, si alcanza, un chorrito para las plantas; son esas mismas mujeres las que denuncian la ineficiencia de las autoridades. Con lo cual, se evidencia que el desabasto de agua potable en colonias populares es una gran injusticia social.
El problema es añejo y se ve potenciado en cada temporada de estiaje. Por su parte, investigadores concluyen que en gran medida se debe a la sobreexplotación y contaminación de los recursos hídricos de la región. Además del desabasto de agua, los arroyos que cruzan algunas las colonias mencionadas son grandes focos de infección, ya que no han recibido el desasolve necesario para evitar inundaciones. Al asomarse en cualquier arroyo, es posible encontrar desde desechos domiciliarios hasta residuos industriales, creando el caldo de cultivo óptimo para la propagación de enfermedades como el dengue.
Denunciar esta lamentable situación y clamar soluciones urgentes para sus necesidades como empiezan a hacer las amas de casa de la colonia popular Prados de Santa Lucía, es bueno y digno de aplaudir, pero a los habitantes tanto de este lugar como de otras colonias que se encuentran en situación similar, les debe quedar claro que estas muestras de inconformidad no son suficientes para que sea atendido no solo el problema del desabasto de agua potable en las colonias populares, sino también otras carencias.
Los colonos humildes de Zapopan, los del AMG y del país, no deben olvidar que los derechos se defienden y se reclaman recurriendo a todos los recursos a su alcance entre ellos la lucha organizada. Por lo que, tienen la tarea de dejar a un lado la apatía, la indiferencia para que todos los afectados puedan unir fuerzas y luchar organizadamente ante la instancia competente para que atienda y resuelva en primer lugar sus demandas más inmediatas como la dotación del vital líquido en cantidad y calidad.
Asimismo, es necesario que se informen para evitar maniobras distractoras como las que emplea el presidente López Obrador quien, para ocultar su falta de resultados, explica todos los días y a todas horas que los problemas habidos y por haber, son culpa de gobiernos anteriores. El pueblo jalisciense no merece esto, si ahora sufre desabasto de agua potable u otras necesidades elementales, ya no es responsabilidad de administraciones sino de las actuales, tampoco es por falta de recursos en el erario público. Revisemos:
El Instituto de Informática Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG) en su boletín informativo publicado el pasado 20 de enero, reveló que a nivel nacional el Producto Interno Bruto (PIB) fue de 17,040,693.7 millones de pesos constantes, con una variación de 4.6% respecto al 2020. La economía de Jalisco representa el 7.0 por ciento del PIB nacional. Con respecto a la contribución de la entidad al PIB nacional por actividad económica, Jalisco aportó el 12.0 por ciento del PIB nacional de las actividades primarias, el 6.8 por ciento del PIB nacional de las actividades secundarias, y el 6.8 por ciento de las actividades terciarias.
Las cifras del IIEG demuestran que los trabajadores jaliscienses contribuyen con un importante porcentaje en la generación de riqueza del país y solo tienen que reclamar la parte de la renta nacional que por derecho les corresponde, misma que les debe ser regresada en obras de agua potable, drenaje sanitario, vivienda, salud, educación, obras viales.
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