Juan
José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán
En una
visita realizada el sábado, 29 de octubre, a las instalaciones del Mercado
Municipal “Paulino Navarro”, ubicado en el Centro Histórico de Ciudad Guzmán,
nos percatamos de que muchos de los puntos o puestos dedicados para la venta de
comida y antojos, estaban sin uso. De igual forma, la llamada ludoteca que se
construyó aquí para funcionar como área de recreación y formación de niños,
también estaba cerrada, sin servicio.
Llamó la atención el hecho porque
una buena parte de los locales estaban vacíos, carentes del servicio que se
supone deben ofertar a los ciudadanos locales o foráneos que buscan satisfacer
una necesidad tan elemental, como es comer, aunque los negocios que tienen fama
por como atienden y gozan de buen prestigio por él o los productos que venden,
estaban, como siempre, con gente a la espera, muy pocos por cierto, el resto
con menos clientes, pero operando, tanto en el ingreso oriente como el
poniente.
La causa tal vez sea porque estos
locales no están concesionados a nadie o, de estarlos, no es negocio para
quienes los tienen en tal condición, no pueden con la competencia o de plano no
los ocupan para los fines por los que existen la planta alta del citado
mercado, cosa que debería de llamar la atención de las autoridades, tanto para
promover el sitio con los servicios que oferta, como por la causa de que estén
en abandono. Tiempo atrás los locatarios reclamaban la falta de publicidad
oficial para que mejore el uso y con ello el comercio que aquí se lleva a cabo,
tal vez sea una de las causas que originan este efecto que se tiene en el “Paulino
Navarro”.
Por lo que se refiere a la ludoteca,
tal vez por el hecho de ser fin de semana estaba cerrado el inmueble, de las
preguntas hechas al respecto no obtuvimos respuesta a que dicho sitio esté o no
operando, en la espera y el deseo de que no vaya ser un elefante blanco más que
se tiene en los bienes inmuebles propiedad del municipio, cuando la inversión y
el propósito que les dieron origen no se cumple ni beneficia a nadie, alguna
respuesta debe haber al respecto.
La ludoteca fue idea de quien en ese
entonces ocupaba la presidencia del Sistema de Asistencia Social denominado DIF
Zapotlán, inaugurada y puesta en servicio, en su tiempo, con bombo y platillo,
resaltándose en el discurso los muchos beneficios que iba a proporcionar con su
funcionamiento, entre éstas el poder dar atención a los niños hijos de los
locatarios, para que tuvieran un espacio para recrearse, seguro, mientras sus
padres realizaban su labores como comerciantes y locatarios de este centenario
mercado municipal.
Sin duda que hacer comercio en esta
condiciones, no es nada fácil, sobre todo cuando en las inmediaciones se tiene
tanta competencia, es decir, en el llamado Portal de las Flores, una buena
parte de los locales están dedicados a la venta de la considerada comida
rápida, de paso y, por lo que se refiere a la venta de fruta o verdura, los
locatarios internos, es decir, con local dentro del mercado, también tienen sus
“rivales” foráneos, incluso en la entrada oriente del mismo, dificultando el
ingreso al inmueble a quienes acuden al lugar de manera frecuente o esporádica.
Vaya desde estas líneas un reconocimiento a los locatarios que día a día, salvo las fechas que se toman como descanso, que dan vida y con su actividad producen el arribo de visitantes, para comer la sabrosa birria, el rico menudo o las demás comidas típicas, como se conocen o denominan, que son elaboradas por manos hábiles, diestras en el sazón de lo que preparan, para estar a la espera del hambre de sus posibles clientes, que con ello hacen vigente el funcionamiento de este espacio público que, sin duda, requiere más atención y promoción de las autoridades locales.
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