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miércoles, 23 de noviembre de 2022

Abusivo aumento a peaje


 

 

Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán

 

Sin que conozca nada oficial al respecto, la cuota de peaje por la autopista Guadalajara-Manzanillo que se aplica en la Caseta de San Marcos, Municipio de Tonila, Jalisco, se incrementó de $163 a $182 pesos, $19 pesos más que lo que hace pocos días se cobrara por utilizarla, por lo que resulta de todo gravoso para los usuarios que van de Ciudad Guzmán a Colima, incluso por el nuevo tramo que acaba de entrar en servicio.



            Sin duda, que el nuevo trayecto, además de contar con puentes de gran altura y extensión, que producen una nueva sensación cruzarla por sus tramos rectos y las vistas espectaculares que se tienen en su entorno, reduce el tiempo de ida de Ciudad Guzmán a Colima en cuando menos 15 minutos, pero es del todo gravoso, lesivo, para quien quiera vivirla la nueva experiencia, salvo que pagar $19 pesos más no les moleste.


            Al respecto y de acuerdo a información que se produje en su  tiempo, en el mes de febrero de este año, Caminos y Puentes Federales suspendió un aumento en las tarifas de las carreteras del país que estaba programado, anunciando que la medida obedece a instrucciones giradas por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes. 





            Se dijo que las tarifas de peaje en carreteras aumentarían 7.36%, argumentando que el aumento se debía a los efectos inflacionarios registrados en diciembre del año pasado y antepasado. El anuncio generó de inmediato una ola de protestas entre empresarios de la industria del transporte, pues ya enfrentaban aumentos en el costo de combustibles, en el valor de materias primas y deberían desembolsar más dinero para circular por las principales autopistas del país. 


            También se publicó que, aunque el comunicado de Caminos y Puentes Federales no detallaba las razones para echar para atrás el aumento, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador había prometido que no habría aumento de precios en los servicios básicos que ofrece la administración federal.


            En septiembre de 2019, dijo que se enteró del aumento al peaje de carreteras hasta que lo experimentó viajando en automóvil por la autopista México-Cuernavaca y que recibió reclamos por parte de ciudadanos. “Me sorprendió lo del aumento, dijo en ese tiempo López Obrador, que aumentó la tarifa de conformidad con la inflación”. Visiblemente molesto en la conferencia matutina del 24 de aquel mes, aseguró que él no autorizó el aumento y recordó a los servidores públicos de su administración que él se comprometió a un aumentar el costo de los servicios en términos reales. 





            Señaló que, si el aumento era mayor a la inflación, lo que se tenía que corregir. “Yo no me comprometí a eso, a que no iban a aumentar en términos reales. Si hay una carretera concesionada en donde la tarifa está aumentando más de la inflación, se tiene que corregir, esto por lo que tiene que ver con Capufe, pero no pueden abusar, aunque sean carreteras concesionadas. Si Capufe mantiene esta política, lo más correcto e indicado es que todas las concesionarias actúen de la misma manera”, dijo en ese tiempo.


            Si bien es cierto que han transcurrido nueve meses desde que se dio la suspensión del aumento por CAPUFE, subir el costo del peaje al nivel del que se produjo en la Caseta de San Marcos, sobre todo para quienes vayan de Ciudad Guzmán a Colima, aun reduciendo el tiempo de su traslado de un lugar a otro, con sus puentes y vistas espectaculares, 19 pesos más, es más que el índice de inflación y, como lo dijera López Obrador, la política oficial es de no aumentar el costo, ¿Por qué ocurre esto?, y más en tiempos en que hay más conductores utilizando los cuatro carriles puestos en servicio. Esto es lo que hay y, que se sepa, hasta el momento no se sabe de que se haya hecho público el citado incremento.

 

 

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