domingo, 9 de octubre de 2022

El linaje Palafox-Lozano, orgullo de Zapotlán


 

Fernando G. Castolo*

 

 

Si en la antigua Zapotlán hubiesen existido "casas reales" como en la rancia Europa, seguramente que el linaje Palafox-Lozano hubiese representado esa presencia de familias de sangre azul. Todo empezó en el pueblo de Zacoalco, entonces territorio de la Nueva Galicia, en el siglo XVIII.



 Ahí tenemos al matrimonio de españoles formado por don Juan de Palafox-Lozano y doña María Agustina López de Oliva y Aguilera. De esta pareja tenemos el registro de dos hijos: José Gerardo de Palafox-Lozano y López de Oliva, quien contrae nupcias con doña María Manuela de Gil y Calatayud.


Don Gerardo fue el segundo Alcalde que tuvo Zapotlán, del 1 de febrero al 25 de septiembre de 1814. Se dedicaba al comercio a gran escala y mantenía una cercana relación con importantes empresarios de Querétaro, su principal plaza, donde mercaba sus productos, principalmente el algodón.





Era cuñado de Benito Gil y Calatayud, propietario en la época de la Hacienda de Huescalapa y quien era el absoluto concesionario en la explotación de la sal en la Laguna de Sayula. Tuvo varios hijos, entre ellos a José Guadalupe de la Navidad de Palafox-Lozano y Gil Calatayud, quien contrajo nupcias con doña María Guadalupe Josefa Antonia Nabora Feliciana de Garibi y López de Lara, con quien tuvo por hija a doña María de la Gracia Felipa Josefa de la Trinidad de Palafox-Lozano y Garibi quien, a la postre, se convertirá en la primera dama de la nación, dado que contrajo nupcias con quien sería Presidente de la República don Félix María Zuloaga y Trillo.


Don José Guadalupe, por cierto, también fue Alcalde de Zapotlán del 2 de enero al 8 de mayo de 1821. Él, junto con sus hermanos y padre, se unió a la lucha insurgente, apoyando muy cercanamente al Cura don Miguel Hidalgo y Costilla. El otro hermano fue don José María de Palafox-Lozano y López de Oliva, quien casó con doña María Nicolasa de Aguayo. Ellos fueron padres del distinguido abogado don Juan Francisco de Palafox-Lozano y Aguayo, personaje que fue igualmente Alcalde de Zapotlán entre 1818 y 1819.


 Otra de las hijas de este matrimonio fue doña María Felícitas de Palafox-Lozano y Aguayo, quien casó con don José Luis González-Rubio y Quintana de la Campa, también Alcalde de Zapotlán en diversos períodos administrativos entre 1821 y 1824; además, de que en la época era propietario del molino de harina de trigo localizado en Las Peñas.





Otra más de las hijas de este matrimonio fue doña María Concepción de Palafox-Lozano y Aguayo, quien casó con don Diego de Baz y Miranda, y cuyo hijo, don José Guadalupe de la Trinidad de Baz y Palafox-Lozano, quien contrajo nupcias con su prima doña María Laura de Palafox-Lozano y Palafox-Lozano, también fue Alcalde de Zapotlán en 1832.


Finalmente, sobrina de ellos fue doña María Juliana de Palafox-Lozano y Aréchiga, aquella quien casara con el importante político don José María Darío de Vargas y Padilla, que también fue Alcalde de Zapotlán en diversos períodos administrativos entre 1834 y 1862; además, de haber sido Diputado al Congreso del Estado y el primer Jefe Político del Noveno Cantón de Jalisco, con sede en Zapotlán el Grande, en 1856.


Al término de la causa, don José Gerardo de Palafox-Lozano y López de Oliva se declaró en la ruina y su linaje desapareció del panorama regional, mientras que la línea de su hermano don José María de Palafox-Lozano y López de Oliva subsistió un poco más de tiempo a través de los linajes Baz y Vargas pero, al final, también desaparecieron.



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