Domingo de terror

 

Juan José Ríos Ríos

 

El pasado domingo dos de octubre en una de las plazas comerciales consideradas de las más importantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara, ésta, ubicada en Zapopan, se suscitó un violento enfrentamiento entre presuntos delincuentes, civiles considerados escoltas y en el que intervinieron elementos del Ejército que patrullaban la zona, con resultados trágicos y un susto generalizado entre quienes se encontraban por el lugar.

        

    Al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que la violencia registrada fue originada por el intento de secuestro, calificando de muy lamentable lo sucedido, hecho del que en redes sociales se difundieron videos de la balacera en la Plaza Antares, ubicada en sobre Avenida Patria y Puente Hierro del Municipio de Zapopan.

            Por su parte el gobernador Enrique Alfaro dijo por su parte que en el hecho de violencia participaron elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, dejando un saludo de una persona fallecida y dos heridos, los que serán puesto a disposición del Ministerio Público, además de cuatro civiles que son atendidos de sus lesiones, asegurándose automóviles, armas y equipamiento táctico, algunos con insignias del crimen organizado.

            La balacera desató pánico entre los visitantes de la plaza, quienes buscaron resguardarse en los comercios, hechos en que actuación de los elementos del ejército fue posible gracias a una reforma para que puedan intervenir en tareas de seguridad pública, lo que antes no era posible, pues podrían estar asaltando a una persona enfrente de un batallón y no participaba, según lo dijo López Obrador.

            Según cifras dadas a conocer por el Presidente de México, Jalisco es uno de los seis estados más violentos de país, junto a Guanajuato, Baja California, Michoacán, Estado de México y Chihuahua, que concentran el 48.7% de los 20,722 homicidios dolosos ocurridos entre enero y agosto del presente 2022. Zapopan es uno de los 50 municipios más violentos de México. Se ubica en el lugar 21; entre julio y agosto los homicidios dolosos en esa localidad pasaron de 140 a 141.

        

    Independientemente del resultado de esta lamentable ocasión, éste nuevo hecho es suficiente para considerar, una vez más y pese a lo que se diga en contra por parte de los opositores al Gobierno Federal, la necesidad imperiosa de que en los Estados y los Municipios se tenga una coordinación más real y eficaz entre los elementos encargados de la seguridad pública y del Ejército y Guardia Nacional, de acuerdo al plan que al respecto se tiene para su conformación, capacitación, existencia y operación posterior.

            Menos mal que el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, ya hizo público su sentir al respecto, reconociendo esta necesidad y valorando el resultado en cuanto a la eficacia y prontitud de respuesta a una agresión, lo que posibilitó, sin duda alguna, que los resultados no fueran más lamentables de lo que son, sobre todo cuando la misma acción produce elementos extras que antes no se daban, como la salvaguarda de inocentes, la captura de presuntos delincuentes, vehículos y armas.

            Lamentablemente nada está garantizado en este clima de violencia que se vive en varios estados del país. Considerando, en base a lo dicho por López Obrador, en el sentido de que Jalisco forma parte de las seis entidades consideradas de las más violentas, lo sucedido el domingo dos de octubre en Zapopan, sin duda alguna causará efectos secundarios entre los ciudadanos que temen por su seguridad personal, cuando está en auge muchas actividades relacionadas a las celebraciones anuales de Guadalajara y algunos municipios conurbados, eventos masivos que generalmente atraer a miles de visitantes de ésta y otras entidades del país, por lo que seguramente el Gobierno de Jalisco habrá de implementar operativos especiales de seguridad, apoyándose en las fuerzas armadas nacionales, que puedan inhibir la ejecución de hechos como el que se comenta, por el bien de todos los ciudadanos que asistan a eventos públicos o a centros comerciales y plazas públicas, cuando su seguridad personal es esencial.