Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán
Con 445 votos a favor, ocho en contra y 33
abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó, en lo general, el dictamen que
expide la Ley de los Husos Horarios para establecer un horario estándar en el
territorio nacional, aplicando un horario estacional. De esta manera, se
elimina el llamado horario de verano, con excepción de los municipios de
la zona fronteriza norte. La propuesta fue presentada por el diputado Juan Martínez Flores, integrante
del Grupo Parlamentario de Morena.
En su
exposición de motivos dijo que: “Uno
de los efectos más sensibles en la población es conocido como síndrome del
cambio rápido de zona horaria, síndrome transoceánico, descompensación horaria,
disritmia circadiana o síndrome de los husos horarios, es un desequilibrio
producido entre el reloj interno de una persona (que marca los periodos de
sueño y vigilia) y el nuevo horario que se establece al viajar a largas
distancias, a través de varias regiones horarias.
El horario de verano en México fue
impuesto hace 18 años. Pero esto no quiere decir que sea bueno para nuestra
calidad de vida y aunque sea una hora menos, hace una gran diferencia. Estos
cambios de horario traen consigo muchas consecuencias de salud y existen una
buena cantidad de estudios científicos que avalan estos argumentos.
Al respecto, el senador Félix
Salgado Macedonio presentó una iniciativa el 20 de marzo de 2019, argumentando
en su exposición de motivos que el establecimiento de este horario estacional
en México fue propuesto y aprobado argumentando supuestos beneficios como el
ahorro de energía eléctrica que supondría el aprovechar al máximo luz, la
seguridad que el amparo de la luz solar significaría para la población, el
aumento de la actividad física al tener los ciudadanos una hora más de luz y
así disminuir la obesidad.
Sin embargo, la población tiene
diversas quejas con respecto a esta medida, una de las principales que recoge
la prensa diaria se encuentran las afectaciones a la salud, a la organización de
las actividades personales y las alteraciones al reloj biológico; incluso
obliga desde la primera infancia a soportar el estrés que genera la adaptación
a dicho cambio, lo cual afecta el desarrollo del menor, el rendimiento escolar
de los niños, generándoles trastornos de sueño, incrementa la inseguridad
pública por las mañanas entre otros factores.
El pasado 26 de marzo de 2019, el
Congreso de la Ciudad de México aprobó en comisiones pedir al gobierno federal
que elimine el Horario de Verano: La Comisión de Participación Ciudadana del
Congreso de la Ciudad aprobó solicitar al gobierno federal dejar sin efecto el
decreto presidencial mediante el cual se ha establecido el cambio de horario y
considerar la realización de una consulta ciudadana para conocer la opinión de
la población sobre el tema. Durante la
reunión de trabajo encabezada por el presidente de la comisión, el diputado
José Martín Padilla, integrante de Morena, los legisladores aprobaron por
cuatro votos en favor, uno en contra y cero abstenciones, exhortar al Congreso
de la Unión a que considere la viabilidad de realizar un estudio de impacto
económico y la consulta ciudadana para recabar la opinión de la ciudadanía
respecto al cambio de horario (horario estacional).
En su historia, el horario de verano
en México la primera entidad que lo aplicó fue Baja California en el año de
1942, pero sería hasta en 1996 cuando el entonces presidente Ernesto Zedillo
expidió un decreto que estableció el Horario de manera oficial. Uno de los
objetivos que Zedillo argumentó en el decreto para establecer la medida fue que
con ello se reduciría la demanda de energía eléctrica, así como el consumo de
los combustibles utilizados para su generación y así bajaría la emisión de
contaminantes.
Cuando el presidente Fox hizo lo
mismo en enero de 2001, López Obrador lo impugnó mediante controversia
constitucional y expidió un decreto que no reconocía en la Ciudad de México el
cambio de horario; contra ese decreto el presidente Fox interpuso otra
controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación
(SCJN).
La SCJN después de ocho sesiones de
análisis resolvió que ni el presidente ni el jefe del gobierno del Distrito
Federal tenían facultad para establecer y modificar el horario ya que de
acuerdo con la Constitución le correspondía al Congreso de la Unión legislar en
ese rubro; esa decisión obligó al Legislativo a expedir la Ley del Sistema de
Horario, que desde diciembre de 2001 determina las zonas y los husos horarios
en la República Mexicana.
A partir de su implementación en el país, el
llamado horario de verano causó múltiples opiniones en cuanto a temas de salud,
ahorro de energía y viabilidad económica. Hoy ya no operará en las condiciones
impuestas.
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