Juan José Ríos Ríos
En
razón de lo dicho por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en
el cierre de su mensaje con motivo del Cuarto Informe de su gobierno, mismos
que suman veinte puntos o temas, analizando lo que se vive en todos los estados
y los municipios que los conforman, la casi totalidad están en deuda con estos
compromisos en perjuicio de los ciudadanos.
López Obrador dijo que en México ya
no domina la oligarquía, sino que existe un gobierno democrático cuya prioridad
son los pobres. Lamentablemente cada estado del país tiene sus propias oligarquías,
cuando los que ostentan el poder económico y político aplican sus propios
sistemas para mantener las cosas sin cambios, son casi los mismos políticos los
que ocupan los cargos, incluso cambiando de partidos y sirviendo a quienes los
promueven o apoyan, no a los ciudadanos.
El Presidente indicó también que la corrupción no
sé tolera ni hay impunidad para nadie; se acabaron los privilegios
fiscales; no hay lujos en el gobierno, y los servidores
públicos actúan con eficiencia, responsabilidad y honradez, viven en la
justa medianía, cómo lo recomendaba el presidente Benito Juárez. En este
aspecto, es muy loable lo que opina pero no es del todo una realidad en el
resto del país, si bien se busca aplicar la justicia a quienes cometen actos de
corrupción, el mismo sistema lo impide o limita con el apoyo del viciado Poder
Judicial.
En cuanto a que México está
recuperando su prestigio en el mundo; y que el Estado dejó de ser el principal
violador de los derechos humanos; mucho hay de ello pero todavía existen y
están en funciones gobernadores y hasta funcionarios de menor grado, entre
éstos algunos alcaldes, que emplean sus encargos para dar rienda suelta a sus
resentimientos, a su cólera e intolerancia, castigando a empleados que
disienten de su forma de actuar o gobernar, o bien mediante ofensas y medidas
coercitivas por hacer valer lo que ellos piensan.
En cuanto al nivel de su
administración y con efectos para los trabajadores del país, sí es cierto el
aumento al salario, el reparto de utilidades y los programas para el
bienestar se han convertido en nuevos y eficaces medios para la redistribución
más justa de la riqueza; el hecho de elevar a rango constitucional la pensión
para adultos mayores, el apoyo universal a discapacitados y el otorgamiento de becas a
estudiantes de familias pobres; es una realidad y tiene un gran impacto, de
beneficio para todos sus destinatarios.
Lo es también el hecho de que está por convertirse en realidad el
principio de que la educación y la salud no sean
privilegios, sino derechos del pueblo; que se esté ganando la batalla contra el
racismo, el clasismo y la discriminación; de que se ha reducido
la incidencia delictiva; son pocas las manifestaciones de protesta, no
proliferan las huelgas y ni existe ingobernabilidad, se está dando pese a todo
lo que digan los opositores, aunque todavía los hay en abundancia y ocupando
cargos en el Senado y en el Congreso Federal, que además de cínicos, son
clasistas, racistas y con amplio espectro discriminatorio, baste oírlos hablar
en las tribunas.
En cuanto a que se garantiza como
nunca la libertad de expresión y el derecho a disentir; por parte del
Ejecutivo Federal se cumple, no así en casi todos los estados y sus municipios
restantes, su gobierno no participa en fraudes electorales, lo que se espera
también se cumpla en los estados y municipios, y si la Fiscalía General de
la República y los poderes Legislativo y Judicial actúan con absoluta
independencia; lo sea también en estados y municipios.
En cuanto a que el peso no se ha devaluado; que
aumentaron las reservas del banco de México en 14%; que existe libertad religiosa y Estado laico; y
que se está demostrando que la mayor riqueza de México es la honestidad de su
pueblo; y, hora, más que nunca, está presente que México es de los países
con mayor riqueza cultural en el mundo, sin duda que lo afirma con
conocimiento de causa, esperando que la honestidad del pueblo, sea también el
reflejo futuro de quienes lleguen a ocupar cargos públicos.
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