El
Volcán/Guzmán
Bajo la
dirección entusiastas instructores, arrancó el Taller de Danza y Baile en la
Casa del Estudiante José Clemente Orozco de Ciudad Guzmán. Este albergue
estudiantil, forma parte del proyecto educativo que impulsa Antorcha
Magisterial, en donde además de promover la excelencia académica, se practican
actividades culturales y deportivas. De esta manera los moradores alcanzan una
formación integral.
Uno de los responsables de la Casa Estudiantil señaló, debido a la violencia incontenible, pobreza familiar, carencia de acceso a la salud de calidad y, ahora, un Plan de Estudios lanzado recientemente por el actual gobierno federal, que en el fondo quiere someterlos a una peligrosa limitación de capacidades a los niños y jóvenes en edad de estudiar, es necesario y urgente salvar entre todos a nuestro país de un futuro de pobreza y atraso en todos los órdenes.
Ante
la terrible realidad, urge educar a la juventud mexicana con disciplina para
hacerlos hombres y mujeres buenos para sus padres y al pueblo de México, pues
la educación nacional es zona de desastre, lamentable situación que provocaron
los gobiernos anteriores y ahora agravada por la pésima administración del
gobierno de la 4T.
Por
su parte uno de los instructores indicó, a los hijos del pueblo no se le debe
educar para servir al modelo actual porque es un suicidio para el país. Al
estudiante se le debe educar para formar al hombre nuevo, dándole una meta en
la vida, inculcarle buenos hábitos, darle sentimientos y conductas que le
beneficien a él y a la sociedad. O sea, educar es hacer hombres buenos para sí
mismos, sus padres y buenos para México.
Puntualizó,
en este país se puede y se debe evitar que haya gente con hambre, sin vivienda,
sin educación, sin salud; se debe evitar que haya gente sin pavimento, sin
drenaje y sin los servicios; esos son derechos que la gente tiene, pero que no
se le resuelven ni se atacan.
En este
contexto, las casas de estudiantes, como la Clemente Orozco, donde se practica
la poesía, la danza, el baile, el canto y la música, además de desterrar los
vicios, crea y forma un hombre nuevo, un estudiante diferente, sensible a las
injusticias que sufren los trabajadores del campo y la ciudad. Los jóvenes de
la Casa del Estudiante José Clemente Orozco, junto con otros están llamados a
jugar un papel central para cambiar la suerte del pueblo de México, el arte y
la cultura es un poderoso instrumento para alcanzar tal objetivo, concluyó el
instructor.
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