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jueves, 8 de septiembre de 2022

Año perdido


  

Juan José Ríos Ríos

 

 

A punto de cumplir el primer año de gobierno, de tres, la actual administración municipal de Zapotlán el Grande no ha dado muestra de tener, realmente, un plan de trabajo definido y, pese a la cantidad de recursos públicos que aprobó para la realización de obras de mejoras, “como nunca antes se había hecho”, según se dijo con bombo y platillo, lo único más sobresaliente es el avance que se ha logrado en el arreglo de algunas calles y, sobre todo, el rechazo de su proyecto considerado como más grande en infraestructura, el Parque de Lluvia, en la colonia Gándara Estrada.



            Como personas interesadas en que le vaya bien a los gobiernos del municipio y que no desea que fracase la actual administración municipal, pues nadie quiere que su ciudad y municipio no progrese, que mejore en todo, que haya desarrollo y se siga viviendo en la paz habitual que por fortuna se tiene, considerando que le quedan dos buenos años para superar lo que ha hecho en lo que ya casi es su primer año de gobierno, de que hayan aprendido de sus errores para no volverlos a cometer y de paso perjudicar a quienes dicen servir, consideramos que debe de corregir el rumbo que lleva.


            Con todo respeto para el actual alcalde de Zapotlán el Grande, sin ánimo de ofenderlo y mucho menos de querer darle consejos para su desempeño como tal, como mera sugerencia, una de las mejoras que debe llevar a cabo como administrador de los recursos públicos y cabeza principal de un gobierno, es evitar su actitud, su carácter belicoso con el que se comporta en las sesiones de ayuntamiento, cuando de plano les dice ignorantes a quienes disienten de lo que la mayoría propone, considerando que es mejor trabajar en equipo para tener mejores resultados en bien de la ciudad y, para cuando menos no se limite la libre expresión de los demás miembros del Cabildo, dejarlos que demuestren su capacidad de trabajo y de compromiso para con el pueblo, con hechos, claro.





            De igual forma debe atender más a la gente, tomarla en cuenta para no perjudicarla, como se dicen los vecinos de la colonia Gándara Estrada, donde  trata de sacar a flote su obra cumbre de su primer año de gobierno, el llamado Parque de Lluvia, haciendo esfuerzos infructuosos y generando más gastos para desaguar el foso que se llenó de agua del subsuelo y no de la lluvia que presuntamente iba a captar para evitar encharcamientos, que en este momento es un foco de infección y criadero de moscos que afecta a los vecinos, obra que sostiene porque dice tener el apoyo de la mesa directiva, pero que los vecinos rechazan. Aquí se dijo que la obra costaría seis y medio millones de pesos, que parece serán tirados a la basura y en una obra que no es prioridad.


            Es verdad que cada quien es responsable de sus actos, que el alcalde es la primera autoridad en Zapotlán el Grande. En lo personal merece todos nuestros respetos como tal, lamentablemente está ocupando un cargo público y administrando, bien o mal, recursos de la misma procedencia y por lo tanto, no es del todo libre para hacer y disponer de todo a su libre albedrío, tiene que dar cuentas y rendir buenos resultados como tal. No dudamos que pueda ser su propósito, pero también consideramos que debe de recapacitar en lo hecho y en lo que, de hecho, se le viene reclamando públicamente, que tiene tiempo para rectificar y para considerar que nadie es perfecto, como humanos todos nos podemos equivocar, pero también mejorar y corregir.





            Si en lugar del foso, dijo Parque de Lluvia, hubiesen dedicado ese dinero para la necesidad imperiosa que tiene Ciudad Guzmán, el mejorar sus vialidades, el estado que guardan sus calles y avenidas, cuando se le reconoce que ya se tiene un avance, pero que también les falta MUCHO por hacer, la actual administración ya tuviera el reconocimiento público, casi generalizado. Estamos de acuerdo que siempre habrá quienes no estén contentos o conformes con lo que se haga, pero los hechos convencen y son la prueba más palpable de que algo camina bien y, sobre todo, se sirve a los ciudadanos y se cuida “La Ciudad de Todos”, su lema de gobierno, para que en los dos años y pico que aún le quedan, cuando menos deje uno o más problemas, necesidades prioritarias, resueltas a fondo. En fin, él sabe lo que hace.

           

           

           


           

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