Pedro
Vargas Avalos
Hay
fechas muy señaladas en los anales de los pueblos, las cuales quedan como
efemérides, ya de gratos recuerdos (como Navidad o el Grito de Independencia,
imborrables de la mente mexicana) o de infausta memoria, como la noche de San
Bartolomé y el martes negro de Nueva York: en la primer data, sucedió la
matanza de protestantes en Francia (24 de agosto de 1572) y en la segunda, fue
el célebre crack de la bolsa de valores neoyorkina, en octubre 24 de 1929, que
dio paso a la Gran Depresión, es decir, la crisis financiera que perjudicó al
orbe durante una década.
Para tristeza nuestra, en Jalisco,
Guanajuato, y varias Entidades federativas, por no decir que, en el país
entero, entre la tarde-madrugada del reciente 9 de agosto, ocurrieron
acontecimientos de tal barbarie, que esa fecha será recordada como la “noche
tétrica de San Román”. Escogimos este nombre, porque es el del santo –entre
otros- que conmemora el catolicismo en tal día, y que se denomina como “San
Román el Carcelero”, calificativo que se ganó ese sacro personaje, quien era un
soldado romano que custodió al mártir San Lorenzo (258 d. C) y que lo precedió por
unas horas en el suplicio.
Ya sabemos y padecemos en general, lo
que es vivir en una república acosada por el crimen organizado. En este
infernal ambiente, destaca el segmento del narcotráfico, y entre los cárteles
que lo cultivan, son afamados el de Sinaloa, el del Golfo, el de Santa Rosa, y
desde hace años al presente, el identificado como Jalisco Nueva Generación
(CJNG). Los líderes respectivos se aseguran que son: Ismael “Mayo” Zambada,
Osiel Cárdenas Guillén y hermanos, José Antonio Yépez “el Marro” y Nemesio
Oceguera Cervantes “el Mencho”. Todos tienen subalternos y toda una red
jerárquica.
El
combate a esas agrupaciones mafiosas, ha registrado altibajos. Inicialmente,
incluso se rumoreó que se les toleraba, y enseguida se aseguró que pagaban
cuotas a elevados funcionarios de los tres órdenes de gobierno, aparte de tener
comprados a policías y políticos de la peor ralea. Quizás el sujeto más
representativo de esa corrupción, fue el jefe de seguridad nacional con el
presidente Felipe Calderón –Genaro García Luna- actualmente preso en Estados
Unidos, en espera de ser juzgado. Dicho mandatario es quien auspició la llamada
“Guerra contra el Narcotráfico”, durante su sexenio (2006-2012), enfrentamiento
que resultó una mascarada, pero que desató una cruenta etapa cuyos efectos aún se
resienten por toda la población.
El
primer magistrado federal electo en 2018, al que llamamos AMLO (iniciales de su
nombre Andrés Manuel López Obrador), trocó aquella política violenta anticrimen
por una que intituló “Abrazos no balazos”, buscando abatir las causas que
generan la delincuencia. Los resultados de este procedimiento, no han sido lo
positivos que es menester, por lo que sobre todo los opositores le exigen
cambie, a lo que responde el guía de la Cuatro T, que “la violencia no es el
mejor método para combatir el crimen”.
Así
las cosas, se llegó al fatídico martes nueve del corriente mes. La calma, al
menos aparente, reinaba en casi toda la república, cuando se supo que el
municipio jalisciense de Ixtlahuacán del Río –al norte de la Perla Tapatía- en
colindancias con la localidad de Cuquío, se llevaría a cabo una reunión de dos
prominentes “capos”, ambos del CJNG: Roberto Ruiz Velasco “El Doble R” y
Gerardo González Ramírez “El Apá”. Se conjetura que el tema a discutir era la
sucesión de “El Mencho”, aparte de aclarar acciones en sus territorios.
Las
instituciones dedicadas a combatir a esos delincuentes (Guardia Nacional y
Ejército, sobre todo) detectaron ese movimiento y planearon encararlo. Los
resultados nos lo narran periódicos y medios distintos de información, en sus
principales notas del miércoles 10 de agosto. De Guadalajara, publica El
Informador, en primera plana: “Enfrentamiento detona bloqueos en la ciudad” y
agrega: “Delincuentes incendian por lo menos siete vehículos tras un
enfrentamiento con militares…El gobierno de Jalisco no reporta lesionados”. En
complemento nos dice Milenio local: “Tras enfrentamiento en Cuquío, queman
vehículos en Zapopan”; luego informa:”… hombres armados robaron e incendiaron
autos y autobuses en Zapopan para bloquear las rutas desde la zona metropolitana
hacia esa zona del estado.”
Otros
diarios locales, a grandes letras dicen: “Vuelven Narcobloqueos” (Mural): en
tanto que El Diario NTR encabeza: Bloqueos Criminales en el Norte del AMG.
Enfrentan Fuerzas Federales a Delincuentes” y enuncia los puntos donde hubo
bloqueos, los que iniciaron a las 19:40 horas en carretera a Saltillo (colonia
Mesa Colorada), siguiendo en la colonia San Isidro con dos incomunicaciones,
para proseguir en la San José del Bajío. Ya en el nuevo día, antes de la 01.00
am acaeció el último en calle La Cima El impreso Quadratin Jalisco concluye: “Encienden
el Miedo a Jalisco”. Y en efecto, la gente se hacía cruces, preguntaba sobre
sus familiares ausentes, y al día siguiente en esas partes no había servicio de
transporte. ¡Todo un caos! Empero, las autoridades estatales impasibles,
afirmando que no había porqué inquietarse. Lo que sugirió el finado Aristóteles
en 2018, cuando se intentó asesinar a su Fiscal, Luis Carlos Nájera, quien
mejor hizo mutis y ya no volvió.
Pero
la cuestión no solo era en nuestro Estado, sino que en el vecino Guanajuato,
por la misma causa de lo verificado en nuestro entorno, se registraron
innumerables hechos violentos. El Reforma, en párrafo de primera plana, sobre
lo pasado en tierras jaliscienses, anota: “Los hechos pusieron en tensión a los
habitantes de la zona metropolitana de Guadalajara…”. Luego agrega: “Horas
después incidentes violentos se replicaron en León, Irapuato, Celaya y la
capital de la entidad Guanajuato. Fueron quemadas unidades de transporte y tiendas
de conveniencia…también abandonaron autos incendiados en la carretera
Celaya-Apaseo.” La sección nacional de La Jornada, cabecea: “Queman vehículos y
tiendas en Guanajuato y Jalisco tras tiroteo”. El diario capitalino “24 Horas”
en un cintillo afirma: “Chocan Ejército y CJNG” y la nota testifica: “Zapopan,
asfixiado por Narcobloqueos”, en lo que Excélsior concuerda: “Arde Zapopan…”.
Ya
con tiempo para revisar datos, el día 10 de agosto se dan totales y fallas:
“Ante narcoataques ni C5 ni patrullas…” Quemaron 13 vehículos y una tienda y
mataron a un hombre. (Mural). El Milenio nacional, difunde: “Pillada su cita
secreta, narco golpeó Jalisco y Guanajuato”, según lo comunicó el Gral. Secretario Luis Crescencio Sandoval al
Presidente; las fuerzas armadas capturaron en Jalisco cinco delincuentes, y en
Guanajuato once, junto a un arsenal. Pero los dos capos se esfumaron.
Por lo antedicho es que “La Noche Tétrica de San Román” será mencionada con sentimientos cruzados de angustia e impotencia. Y como escribió Joaquín López Dóriga: “La tarde-noche del martes en Jalisco y Guanajuato se vivieron horas de terror cuando el cártel JNG hizo otra demostración de su capacidad de fuego y organización…los videos en redes confirman la violencia de estos delincuentes, como amedrentan, insultan…gritando el nombre de su líder El Mencho,… Fue un mensaje, sobre todo al gobierno federal…” Pero, nosotros precisamos, como reza el refrán, “te lo digo a ti Chana, para que lo entienda Juana”, o lo que es lo mismo: el recado es para la autoridad, pero con copia para el pueblo. Y a buen entendedor, pocas palabras.
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