En la
tarde del pasado 17 de agosto, usuarios de twitter volvieron tendencia a nivel
mundial y nacional el hashtag #AMLOMienteYNoDaResultados. La principal denuncia
se centró sobre las políticas económicas del presidente de México, Andrés
Manuel López Obrador y sus contradicciones, como el combate a la pobreza y su
frase “primero los pobres”. La ciudadanía denunció, que en este sexenio la pobreza
ha crecido exponencialmente entre la población mexicana pese a los programas
sociales, que tanto presume el mandatario, pues fueron creados con fines
electoreros y no para combatir realmente el flagelo social.
Entre los mensajes emitidos en dicha denuncia digital llamó mucho la atención que el sexenio se le acaba a AMLO y no aparecen los buenos resultados prometidos, aumenta la pobreza, el país está incendiado por la violencia, la economía es un desastre y por eso el presidente recurre diariamente y a todas horas a la mentira y a los distractores. Las medidas de la “pobreza franciscana” anunciadas por López Obrador para el último periodo de su gobierno contrastan con el gasto en las obras faraónicas, que suman sobrecostos por más de 141 mil millones de pesos, hasta inicios del 2022.
En efecto, las mentiras del
presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobierno federal, en ningún momento
y en ninguna circunstancia han perdido fuerza ni gravedad, aún en temas tan
graves y delicados como la pandemia o la tragedia de la Línea 12 del metro en
la Ciudad de México. Por lo que no se puede esperar algo diferente con respecto
al constante incremento de los precios de los productos de la canasta básica y
que afecta sobre todo a los más pobres.
Revisemos:
Ante la
inflación más elevada en 21 años, el presidente reaccionó tardíamente y convocó
a un acuerdo entre gobierno y empresarios para frenar el desbocado aumento de
precios. A inicios de mayo del presente año anunció el Paquete Contra la
Inflación y la Carestía (PACIC), dijo “Vamos a controlar la inflación, pero no
mediante control de precios, sino mediante un acuerdo para que el costo de la
canasta básica no se incremente. No se trata de control de precios, es un
acuerdo, una alianza, para garantizar que la canasta básica de alimento tenga
un precio justo”.
Pero
lo cierto es que, hasta el momento, no se ven por ningún lado los resultados
del PACIC.
El diario El Economista en su
edición del 17 de agosto publicó el Índice estatal PACIC de cada entidad federativa
que realizó mediante el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC)
dependiente del Inegi, con el fin de observar si el plan antiinflacionario del
presidente Andrés Manuel López Obrador ya tuvo sus primeros efectos.
Los
resultados muestran que la inflación anual del PACIC fue de dos dígitos en todo
México, destacando Oaxaca, con un crecimiento de 17.31% en el séptimo mes del
año en curso. Le siguieron Tlaxcala (16.99%), Coahuila (16.58%), Michoacán
(16.46%), Guanajuato (15.91%), Morelos (15.61%), Chiapas (15.56%), Chihuahua
(15.52%), Jalisco (15.26%), Puebla (15.20%) y Aguascalientes (15.10%). Entre el
13 y 15% se ubicaron Hidalgo, Baja California, Veracruz, Nayarit, Colima,
Zacatecas, Ciudad de México, San Luis Potosí, Tabasco, Estado de México, Sinaloa,
Durango, Tamaulipas y Sonora.
Lo
anterior demuestra que el objetivo del programa federal de bajar o estabilizar
el precio de 24 productos de la canasta alimentaria del país, no se
cumple. La efectividad del plan
antiinflacionario del gobierno federal tampoco se da en el corto plazo, debido
a que en las 32 entidades incrementó el Índice estatal PACIC en julio, respecto
a junio de este año.
Si bien es cierto que la inflación
no es culpa de la 4T, lo que sorprende es la estrategia con que el Gobierno de
la 4T pretende atender la emergencia, como la ausencia de medidas de fondo y
realmente eficaces para hacer frente al problema. Sigue inventando salidas como
el PACIC, cuyos resultados no se ven por ningún lado y la convocatoria a los
agricultores del país para que se centren en la producción de alimentos
básicos, maíz y frijol principalmente, con vistas a una economía de
autoconsumo, fue un total disparate.
López Obrador le está apostando todo
a sus transferencias de dinero a los sectores más vulnerables, sus famosos
programas sociales para el bienestar los considera sobradamente suficientes
para el caso. Pero en realidad AMLO solo está beneficiando a unos cuantos
adultos mayores, en redes sociales circula información de casos de personas de
la tercera edad a las que se les debe su pensión o no pueden cobrarla por mal
funcionamiento de los Bancos del Bienestar.
Lo peor es que ahora con las medidas
de la pobreza franciscana, la 4T invertirá los impuestos de todos los mexicanos
en las obras emblemáticas del presidente, en las que ya se han gastado y se
seguirán gastando ríos de dinero que bien podrían ser destinados, no solo para
reforzar el ingreso de los trabajadores, la salud y la educación de los
mexicanos, sino para garantizar la seguridad alimentaria del pueblo de México.
Los precios de los alimentos y la
hambruna nos amenazan, suenan las alarmas por los severos problemas económicos,
que en opinión de especialistas tienden con derivar en graves disturbios
sociales. Frente a esta terrible realidad, urge llamar al pueblo trabajador a
organizarse y educarse con el fin de construir la fuerza social que necesita
nuestro país para volverse una patria más próspera y sin pobreza. Para tal
efecto es necesario seguir denunciando las mentiras y los abusos de poder de
AMLO para desenmascarar, en primer lugar, la farsa de la 4T.
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