Fernando
G. Castolo*
En el
viaje de reconocimiento que hemos emprendido en torno a las notables Primeras
Damas de Zapotlán, nos encontramos con doña María Juliana de Palafox-Lozano y
Aréchiga, sobrina de quien fuera el segundo Alcalde en la historia de Zapotlán,
don José Gerardo de Palafox-Lozano y López de Oliva. Esta notable dama, hija de
don José María de Palafox-Lozano y López de Oliva y de doña María Antonia
Gertrudis de Aréchiga y Palacios, contrajo matrimonio con el célebre don José
María Darío de Vargas y Padilla, el 6 de marzo de 1821.
Su
esposo llegó a ostentar el puesto de Alcalde de Zapotlán en varios períodos
administrativos entre 1834 y 1862. La gran capacidad estratégica en asuntos de
la política que caracterizó a don Darío Vargas, como era conocido popularmente,
le permitió, inclusive, ser Diputado al Congreso del Estado y electo primer
Jefe Político del naciente Noveno Cantón de Jalisco, con cabecera en Ciudad
Guzmán, en 1856.
La
fama de don Darío Vargas alcanzó la alta distinción de que, hasta la fecha, una
calle de la ciudad lleve su nombre (al norte de la mancha urbana). Doña María
Juliana de Palafox-Lozano y Aréchiga, ya lo vimos, pertenece a un honorable
linaje de personajes que apoyaron la insurgencia y, ella, no se quedó atrás
dado que tuvo, necesariamente, que respaldar de forma incondicional a su
preclaro esposo y, siendo él una columnata en la historia de la antigua
Zapotlán, ella no podía ser menos que objeto de reconocimiento por su heroica
postura de gran compañera, tanto como Primera Dama de la municipalidad, como
por haber sido la primera Primera Dama del Noveno Cantón jalisciense.
Su
madre, por cierto, fue la segunda esposa de su padre, dado que éste último
contrajo primeras nupcias con doña María Nicolasa de Aguayo, de cuya unión
nació el notable Lic. Juan Francisco de Palafox-Lozano y Aguayo, quien fuera
también Alcalde de la antigua Zapotlán entre 1818 y 1819 y, por consiguiente,
medio hermano de nuestra ilustre recordada doña María Juliana de Palafox-Lozano
y Aréchiga.
Estas
familias, por cierto, eran oriundas de la región de Zacoalco y de Cocula,
asentadas en Zapotlán el Grande desde los primeros años del siglo XIX.
*Historiador
e investigador.
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