Fernando
G. Castolo
Así
como los actores que han desempeñado la alta responsabilidad de ser Alcaldes o
Presidentes Municipales de Zapotlán el Grande, desde 1813 en que se instala el
primer Ayuntamiento Constitucional, han sido estudiados a profundidad y, hoy en
día, se cuenta, inclusive, con una sucinta relación de los mismos, así mismo
debemos de destacar a sus consortes o esposas, todas ellas Primeras Damas que
han tenido que soportar el peso de las acciones y determinaciones, buenas o
malas, de sus respectivos compañeros de vida.
Estas
damas, por supuesto, son menores en número en la gran relación de gobernantes
municipales, dado que muchos de ellos fueron solteros o eclesiásticos. La
primera de estas Primeras Damas que tenemos registrada en la historia es doña
María Manuela de Gil y Calatayud, hija de don Lorenzo Gil (originario de los
reinos de Castilla) y doña María Mariana Calatayud, quien estuvo casada con don
José Gerardo de Palafox-Lozano y López de Oliva, personaje que se desempeñó
como el segundo de los Alcaldes Primero, después del Dr. José Mariano Fernández
de Castro, en el período comprendido del 1 de febrero al 24 de septiembre de
1814.
Nuestra
primera, Primera Dama, registrada en la historia fue una mujer heroica, como
también lo fue su esposo y su interesante prole. Toda su familia se unió a las
causas de la insurgencia, apoyando incondicionalmente, tanto de forma económica
como física, dado que todos alcanzaron altos rangos en la milicia al lado de
los insurgentes.
Don
Gerardo de Palafox-Lozano fue un destacado comerciante de algodón, cuya
producción a gran escala, se mercaba, principalmente, en la importante plaza de
Querétaro. Hijo, entre otros, de este matrimonio fue José Guadalupe de la
Navidad de Palafox-Lozano y Gil (Alcalde primero del 2 de enero al 8 de mayo de
1821), quien casó con una dama de gran linaje de nombre doña María Josefa
Antonia Nabora Feliciana de Garibi y López de Lara (quien, a su vez, fue
Primera Dama), teniendo entre su descendencia a doña María de la Gracia Felipa
Josefa de la Trinidad de Palafox-Lozano y Garibi, dama que llegó a ostentar el
grado de Primera Dama de la nación, dado que fue la esposa del Presidente Félix
María Zuloaga y Trillo.
Doña
María Manuela de Gil y Calatayud, fue hermana, por cierto, del rico hacendado y
terrateniente don Benito Gil y Calatayud, poseedor de la hacienda más extensa
del territorio de la Nueva Galicia como lo era Huescalapa, así como fue el
principal concesionario de la explotación de la sal en la Laguna de Sayula. Las
dos únicas hijas del matrimonio Palafox-Lozano Gil, fueron internas en
conventos de Guadalajara.
Zapotlán
el Grande tiene una enorme deuda histórica con todas nuestras Primeras Damas,
empezando con doña María Manuela de Gil y Calatayud, una mujer que entregó a
toda su familia en la defensa de la naciente patria mexicana.
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