El 10
de julio de 1901 el primer convoy llegó a la antigua Zapotlán raudo y veloz. La
primera noticia que tenemos sobre la posibilidad del tendido de la vía férrea
hacia esta plaza se ofrece en un acta de Ayuntamiento correspondiente a1888,
año, por cierto, en que un acontecimiento de similares características se
presenciaba en Guadalajara.
Sin
embargo, esta primera idea se veía algo remota, dado que el inicial plan era
que el ferrocarril conectara hacia el Pacífico a través del Puerto de San Blas.
Otra idea surgió al paso de los años: que el tendido de vías fuera
exclusivamente sobre suelo jalisciense y que desembocara en el Puerto de la
Barra de Navidad.
Finalmente, gracias a las gestiones de los
principales vecinos de cada uno de los pueblos del Sur de Jalisco, así como del
Estado de Colima, se logra convencer al Presidente Porfirio Díaz para que
observe que la mejor opción era sacar la planeada vía hacia el Puerto de
Manzanillo, argumentándose las riquezas de productos de la tierra que tendrían
un mejor desplazamiento hacia las otras plazas conectadas con la trama férrea
nacional.
Y
así sucedió, para fortuna de esta región del occidente mexicano. El tendido de
vías, y específicamente de los durmientes, se le encomendó al médico
estadounidense Daniel Nations Ferguson, radicado en Ciudad Guzmán.
Los
llanos del valle de Zapotlán parecían hormigueros con tantos trabajadores. El
tendido de la vía férrea desde Guadalajara hasta Tuxpan se culminó en menos de
un año. Pasarían otros siete años más para que el propio Presidente Díaz dejara
inauguradas las obras de la vía Guadalajara-Manzanillo en diciembre de 1908.
El
día de la gran inauguración del ferrocarril en Zapotlán se dieron cita las más
importantes familias de la localidad y la región, así como el alto clero y
notables vecinos de Guadalajara. El discurso oficial estuvo a cargo del médico
don Enrique Sandoval Torres. Ese día glorioso para Zapotlán se soltó tremendo
aguacero, inundándose todos los alrededores de la Estación ferroviaria; por lo
que se vio en la necesidad de mandar traer pangas de San Sebastián del Sur, de
los pescadores de la laguna, para que trasladaran a los miembros de la alta y
distinguida sociedad, que fueron trasladados hasta el Santuario de Nuestra
Señora del Sagrado Corazón (en el espacio que actualmente ocupa el Santuario
Guadalupano), donde el nivel del agua era mucho menor. Se asistió a un gran
banquete en la residencia del propio Doctor Sandoval.
Después, una solemne función religiosa en
donde se tuvo como orador oficial al muy ilustre canónigo don Ramón López
Ochoa, hijo de Zapotlán, dentro de la magnífica iglesia parroquial (hoy
Catedral). Finalmente, en la noche un gran baile de gala donde se dieron cita
la "crema y nata" se la sociedad zapotlense... Sin embargo, después
de este feliz acontecimiento, muchos importantes capitales de Ciudad Guzmán y
la región colapsaron, dado que sus productos no pudieron competir con los
precios de los productos similares que se ofertaban en otras ciudades del país.
El
ferrocarril tuvo su más importante impulso durante el gobierno porfirista, pero
después, durante la revolución, movilizó a las tropas de los diversos líderes
que asolaron la región. Finalmente, hace algunos años, el ferrocarril dejó de
tener la importancia que antaño tuvo, pero su trascendencia pervive en el
imaginario regional.
*Historiador
e investigador.
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