jueves, 14 de julio de 2022

El ferrocarril a Zapotlán


 


 Fernando G. Castolo

 

 

El 10 de julio de 1901 el primer convoy llegó a la antigua Zapotlán raudo y veloz. La primera noticia que tenemos sobre la posibilidad del tendido de la vía férrea hacia esta plaza se ofrece en un acta de Ayuntamiento correspondiente a1888, año, por cierto, en que un acontecimiento de similares características se presenciaba en Guadalajara.



Sin embargo, esta primera idea se veía algo remota, dado que el inicial plan era que el ferrocarril conectara hacia el Pacífico a través del Puerto de San Blas. Otra idea surgió al paso de los años: que el tendido de vías fuera exclusivamente sobre suelo jalisciense y que desembocara en el Puerto de la Barra de Navidad.


 Finalmente, gracias a las gestiones de los principales vecinos de cada uno de los pueblos del Sur de Jalisco, así como del Estado de Colima, se logra convencer al Presidente Porfirio Díaz para que observe que la mejor opción era sacar la planeada vía hacia el Puerto de Manzanillo, argumentándose las riquezas de productos de la tierra que tendrían un mejor desplazamiento hacia las otras plazas conectadas con la trama férrea nacional.





Y así sucedió, para fortuna de esta región del occidente mexicano. El tendido de vías, y específicamente de los durmientes, se le encomendó al médico estadounidense Daniel Nations Ferguson, radicado en Ciudad Guzmán.


Los llanos del valle de Zapotlán parecían hormigueros con tantos trabajadores. El tendido de la vía férrea desde Guadalajara hasta Tuxpan se culminó en menos de un año. Pasarían otros siete años más para que el propio Presidente Díaz dejara inauguradas las obras de la vía Guadalajara-Manzanillo en diciembre de 1908.


El día de la gran inauguración del ferrocarril en Zapotlán se dieron cita las más importantes familias de la localidad y la región, así como el alto clero y notables vecinos de Guadalajara. El discurso oficial estuvo a cargo del médico don Enrique Sandoval Torres. Ese día glorioso para Zapotlán se soltó tremendo aguacero, inundándose todos los alrededores de la Estación ferroviaria; por lo que se vio en la necesidad de mandar traer pangas de San Sebastián del Sur, de los pescadores de la laguna, para que trasladaran a los miembros de la alta y distinguida sociedad, que fueron trasladados hasta el Santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón (en el espacio que actualmente ocupa el Santuario Guadalupano), donde el nivel del agua era mucho menor. Se asistió a un gran banquete en la residencia del propio Doctor Sandoval.


 Después, una solemne función religiosa en donde se tuvo como orador oficial al muy ilustre canónigo don Ramón López Ochoa, hijo de Zapotlán, dentro de la magnífica iglesia parroquial (hoy Catedral). Finalmente, en la noche un gran baile de gala donde se dieron cita la "crema y nata" se la sociedad zapotlense... Sin embargo, después de este feliz acontecimiento, muchos importantes capitales de Ciudad Guzmán y la región colapsaron, dado que sus productos no pudieron competir con los precios de los productos similares que se ofertaban en otras ciudades del país.


El ferrocarril tuvo su más importante impulso durante el gobierno porfirista, pero después, durante la revolución, movilizó a las tropas de los diversos líderes que asolaron la región. Finalmente, hace algunos años, el ferrocarril dejó de tener la importancia que antaño tuvo, pero su trascendencia pervive en el imaginario regional.

 

*Historiador e investigador.




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