Páginas

lunes, 4 de julio de 2022

Ciudad episcopal IX


 

Fernando G. Castolo

 

La gran cereza del pastel, sin duda alguna, fue que la Iglesia particular de Ciudad Guzmán se convirtió en la sede del XI Simposio Internacional sobre San José, en el año 2013. Entonces, captamos la atención internacional de los católicos, incluyendo la Santa Sede, que observaron atentos el fenómeno devocional que ha caracterizado a la antigua Zapotlán desde hace más de un cuarto de milenio. Una serie de ponencias, expuestas por eruditos en la materia, resaltaron la presencia universal de San José en el orbe a lo largo de la historia.



Tuvimos la oportunidad de entender uno de los hitos más misteriosos, dado que San José es, en sí, un misterio dentro de los textos bíblicos; quizá, por ello, es que su inclusión en el santoral católico es tardío, respecto de otros igualmente célebres santos.


Una exposición, con una estructura iconográfica, también contribuyó a fortalecer ese conocimiento que, en mucho, nos ayudó para sabernos una porción geográfica especial al contar con un patronazgo josefino desde el siglo XVIII y que, además, subsiste hasta la fecha con más ahínco aún, situación que se presenta de forma única y peculiar en esta Ciudad Episcopal. Escuchamos las versiones, las leyendas, los cantos, las alabanzas y rezos especiales, así como descubrimos una fascinante bibliografía que trata, como tema central, la devoción universal a San José.





Por supuesto, por nuestra parte, también tuvimos la oportunidad de intercambiar la peculiaridad de las celebraciones josefinas, la forma en que manifestamos ese amor al Patriarca Santo, culminando esa hermosa experiencia con aquello que hace remover los corazones de los zapotlenses: una procesión pública con las Imágenes Sagradas, realizando una visita especial al Seminario de nuestra Diócesis.


 Aquello era una fiesta de colorido que dejó expectantes a los ajenos ojos que visitaron por vez primera este punto geográfico del mundo, y se percataron de que San José se encuentra, no en las manifestaciones del pueblo que se revienta en vivas al Santo Varón sino, en el corazón mismo de ese pueblo. Este es, en mi particular percepción, el verdadero rostro que ha definido el caminar de nuestra Diócesis de Ciudad Guzmán.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario