Cada
vez va quedando más claro de que el presidente Andrés Manuel López Obrador al
hablar en sus mañaneras para adular al pueblo o victimizarse, lo hace solamente
para embaucar a incautos y con ello mantenerse en el poder, atraer votos para
el 2023 y 2024, pero no para dar resultados. Muchos de los que critican las
estrategias del gobierno actual, con base a informes oficiales, afirman con
contundencia de que AMLO ha fracasado en cuanto a la supuesta lucha contra la
corrupción y la impunidad, su más destacada bandera de campaña y gobierno.
Por
lo que no se puede esperar algo diferente en relación con su desgatada frase
del “Primero los pobres”. A inicios del
presente mes de julio el observatorio ciudadano Jalisco Cómo Vamos A. C., un
organismo técnico no gubernamental, publicó la segunda parte de la Encuesta
sobre el Bienestar de Jóvenes en Guadalajara, abordó los temas de tiempo libre,
hogar, familia y salud. En el ejercicio participaron mil 200 personas,
distribuidas en 113 colonias por estratos; en los municipios de Guadalajara,
Zapopan, San Pedro Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco de Zúñiga y El Salto. El
universo de estudio fue la población joven de 15 a 29 años. La encuesta se
levantó del 4 al 22 de septiembre de 2021.
El
documento revela que a los jóvenes tapatíos les preocupa la situación económica
de sus familias, dedican la mayor parte de su tiempo libre a estar en internet
y consideran que es fácil acceder a una droga. Ante la crisis actual se apela a
la familia como refugio en medio de la tormenta. Los principales problemas familiares que
identificaron están relacionados a la insuficiencia de los ingresos. Para
jóvenes del estrato social bajo, el mayor problema es por los ingresos y la
situación laboral, el desempleo o falta de oportunidades.
En
materia de salud, siete de cada diez jóvenes dijeron que es bastante fácil
conseguir drogas. Con respecto al tema de la drogadicción es sumamente grave y
preocupante en la entidad. A fines del pasado mes de junio, los medios dieron a
conocer un informe del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones
(SISVEA) con el que se encienden los focos rojos en Jalisco, ya que las y los
niños de cinco años comienzan a probar drogas duras, principalmente en el
hogar. La droga de mayor impacto, en primer lugar, son las metanfetaminas.
El
SISVEA reveló que el primer contacto para una droga en la población infantil es
un familiar: tabaco, alcohol y metanfetaminas es la venta de riesgo. La mirada
se centra en el municipio de Guadalajara y en la región Valles con una
problemática mayor. De tal manera que no es casual los jóvenes mayores de 15
años les sea fácil acceder a las drogas.
No
cabe duda de que al igual que en el resto del país, azotan la desigualdad
económica y la drogadicción a la juventud jalisciense. El sector juvenil de
nuestra patria atraviesa por momentos difíciles y preocupantes. Sin embargo, la
solución a la lamentable situación en que se encuentra la flor y nata del
pueblo de México no puede estar en la entrega de un poco de dinero a unos
cuantos jóvenes como “Jóvenes Construyendo el Futuro”, uno de los programas
estelares del gobierno lopezobradorista con el que según el presidente López
Obrador se distingue de los gobiernos conservadores.
Todos
sabemos que AMLO decidió eliminar programas sociales mediante el cual el Estado
mexicano ofrecía ayuda y servicios de calidad a grupos vulnerables y, en
cambio, privilegió la entrega de dinero como herramienta para provocar el
incremento en el consumo de los pobres. De los eliminados se encuentran programas
de apoyos a la vivienda, Atención a Jornaleros Agrícolas, Empleo Temporal, el
de Formación de Recursos Humanos basada en Competencias operado por la SEP, que
eran relevantes por su contribución en la disminución de la pobreza, con los
que muchos jóvenes resultaban beneficiados, a través de la generación de
empleos con la implementación de algún proyecto productivo, o sea mediante
mecanismos más eficaces.
Urge
un cambio a fondo. La salida para los pueblos y para los jóvenes en particular
solo puede consistir en el empuje de un cambio radical, estructural, que
solamente puede poner en práctica un gobierno surgido del seno del pueblo
trabajador educado, organizado y profundamente enraizado en el sector juvenil
de los estratos sociales bajo y medio, también educados y organizados para la
lucha por una patria mejor para todos sus hijos.
Esta
es la verdadera solución y la tarea que tiene por delante el pueblo trabajador.
La juventud mexicana debe sumarse a la lucha por construir un movimiento
organizado genuinamente popular. La energía, la inteligencia y la iniciativa
propias de la naturaleza de la etapa juvenil pueden y deben jugar un papel
decisivo para acabar definitivamente con el modelo económico neoliberal, basado
en la desigualdad, la injusticia y el privilegio. Todo por la construcción de
un mundo nuevo.
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