Fernando
G. Castolo*
Juan
José Arreola comenta que Chucho Marín le salvó la vida a un joven brigadier que
sufrió una lesión mortal en un combate militar, por el rumbo de Huejotitlán
(muy cerca de la ciudad de Guadalajara). Este joven brigadier, a los pocos
años, fue electo Presidente de la República; su nombre era Lázaro Cárdenas del
Río.
José
de Jesús Marín Preciado nació en la antigua Zapotlán en 1890; hijo del
matrimonio formado por don Francisco Marín Palomino (rebocero y hermano del
prestigioso médico zapotlense Lucas Marín Palomino) y doña Isabel Preciado
Cárdenas (sobrina del rico terrateniente don Cirilo Preciado Álvarez). Muy
pronto, como a muchas familias, a los Marín Preciado les quedó chico el pueblo,
y emigran a Guadalajara en 1903, donde nacería el resto de la prole.
Jesús
Marín, entre otras muchas cualidades, fue miembro fundador de los Servicios de
Emergencia del entonces Departamento del Distrito Federal, conocidos como la
Cruz Verde, en el año de 1926.
Antes,
radicado aún en Guadalajara, fue electo gobernador interino de Jalisco en 1921,
honroso cargo que se negó en aceptar dada su firme convicción de servicio
profesional en el campo de la medicina. Otros de sus hermanos igualmente
célebres fueron Federico y Francisco, ambos médicos que colaboraron muy
cercanamente con Jesús.
Federico
Marín, por cierto, estuvo casado con Alma América Chocano (hija del consagrado
poeta peruano José Santos Chocano). Justina y Victoria se dedicaron a la
enseñanza de corte y confección de ropa. El esposo de Victoria, Martín
Trechuelo, fue el autor y realizador de la unión de los Ferrocarriles
Nacionales de México con el Ferrocarril Sub Pacífico, en el año de 1927. María,
excelente pintora, casó con el destacado pintor tapatío Carlos Orozco Romero
(hermano del gobernador jalisciense Alberto Orozco Romero).
Carmen,
directora del Museo de Arte Moderno en la ciudad de México, estuvo casada con
el diplomático Octavio Gabino Barreda (nieto del ilustre educador mexicano
Gabino Barreda Flores). Isabel, la menor, fue arqueóloga y antropóloga, casada
con el pintor austriaco Wolgfang Paalen.
Finalmente,
la más famosa integrante de esta destacada familia zapotlense fue la polémica
Lupe Marín, esposa del muralista Diego Rivera y amante del poeta Jorge Cuesta,
de quien, por cierto, existe un libro biográfico novelado escrito por Elena
Poniatowska, intitulado "Las dos únicas" (título inspirado en el
libro que escribiera nuestra paisana: "La única" (1931), donde narra
su tormentosa relación con el famoso pintor y con el no menos famoso escritor).
Zapotlán
no deja de sorprendernos y todos los días nos muestra su mejor rostro en sus
paisajes, en su gastronomía, en sus calles, plazas y edificios, pero, sobre todo,
en sus hijas e hijos que, con sus obras creativas y recreativas, honran a este
rincón geográfico del occidente mexicano, conocido como la pequeña Atenas del
Sur de Jalisco.
*Historiador e investigador.
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