Páginas

viernes, 8 de julio de 2022

A la caza del “líder”


 

Juan José Ríos Ríos

 

 

Cada vez se cierra más el círculo hacia el actual dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, haciendo presión para que renuncie al cargo y, con ello frenar el grado de deterioro en que ha caído el partido, no sólo por las derrotas electorales sufridas en varios estado de la República Mexicana, algunos en los cuales incluso gobernaba, más pronunciadamente por los escándalos en que se le ha sumido últimamente, a través de la difusión de llamadas telefónicas en las que escuchan conversaciones, en las que incurre en hechos que entran en el supuesto de corrupción.



            Tras las derrotas sufridas por el tricolor, pese a sus alianzas con el PAN y el PRD, mismas que en anteriores ocasiones incurrió, pero que no le fueron criticadas ni en tiempo ni en forma, se intentó por exdirigentes del PRI nacional que considerara su retiro del cargo, a lo que se negó, según se dijo en su tiempo, e incluso sostuvo que se mantendría en el puesto hasta el término de su gestión como dirigente nacional del tricolor.


            Ahora, y tras la difusión de las llamadas telefónicas, de que le fue cateada una de sus propiedades e incluso se le inició un proceso legal en su contra, se suman las voces de once exgobernadores de igual número de estados, que exigen, mediante una carta pública, la renuncia de Alejandro Moreno, en éstos términos: “Por el bien del partido, es tiempo de considerar una pronta renovación de la dirigencia actual, de convocar a una revisión a fondo de los documentos básicos, de contar con una nueva narrativa de proyecto alterno de país”.






            Consideran que aún es tiempo de reposicionarse para participar con activos suficientes, en alianza o coalición con otras fuerzas políticas, en la búsqueda de triunfos electorales y en la defensa de proyecto de nación que desean.


             “Lamentamos la decisión de la dirigencia nacional de rechazar y diferir el diálogo que se había acordado previamente y expresamos nuestra solidaridad al grupo de exdirigentes del Comité Ejecutivo Nacional que, con la intención de aportar su experiencia y conocimiento para contribuir a enfrentar la grave situación por la que atraviesa el partido, han realizado planteamientos que no deben ignorarse”, sostienen los exmandatarios. 


            En este plan están Jesús Aguilar Padilla exgobernador de Sinaloa; José Reyes Baeza, Fernando Baeza y Patricio Martínez, exgobernadores de Chihuahua; Miguel Borge Martín, exmandatario de Quintana Roo; José Natividad González y Benjamín Clariond Reyes-Retana, exgobernadores de Nuevo León; Samuel Ocaña y León Armando López Nogales, exmandatarios de Sonora; Rogelio Montemayor Seguy y Enrique Martínez y Martínez, exmandatarios de Coahuila; Marco Mena Rodríguez, exmandatario de Tlaxcala; Guillermo Mercado Romero, exgobernador de Baja California Sur ; Rigoberto Ochoa Zaragoza, exgobernador de Nayarit; y Alejandro Tello Cristerna, exgobernador de Zacatecas.






            Los firmantes expresan su preocupación por los resultados que el PRI ha obtenido en las elecciones al perder gubernaturas y posiciones a nivel federal y local, cuando el partido contaba con amplia presencia en el territorio nacional y con los liderazgos de sus gobernantes y, ante las circunstancias actuales, consideran que la dirigencia nacional está más obligada a ejercer una dirección abierta, democrática, transparente, incluyente, que coloque el interés superior del partido por encima de personas o grupos.


            Hasta aquí el rollo. Desde nuestro punto de vista, muy particular, lo que se vive en PRI y que es una réplica exacta en todos los demás partidos políticos con registro, desde su creación han hecho lo mismo, control férreo del partido y del poder, poca o nula transparencia, y menos incluyentes, se convirtieron en cotos de poder personal o de grupos (incluyendo el denominado empresarial), y quienes han sido sus dirigentes en caído casi en lo mismo, ya no se diga quienes ocuparon cargos públicos, desde gobernadores, diputados, senadores y alcaldes, con algunas y muy honrosas excepciones, hay poca moral de su parte como para exigir, les asusta más perder el poder que la credibilidad, las posiciones perdidas, por eso están donde están, siguen pensando en las alianzas amañadas, es decir, no proponen nada nuevo, el que no sea cortar la cabeza de “Alito”, como se le denomina a Alejandro Moreno, mucho menos pensando en el bien del país y de los mexicanos, van por sus fueros, a costa de lo que sea.


            A ver en qué termina todo.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario